Saturday, November 24, 2007

Marie Antoinette

Conocía sobre esta reina francesa por la biografía clásica, casi gélida, escrita por Stefan Zweig, y por dicusiones que sostuve con mi amigo, El Cotuzo, en alguna calle del D.F. mejicano, quien argumentaba a favor de ella y el depuesto Luis XVI, condenando sus ejecuciones. Más allá, ella era para mí como el personaje de un gobelino del sigo XVIII, colorido y animado, pero plano.

Esta película de Sofia Coppola me hizo cambiar por completo, no sólo mi concepto sobre la soberana, sino mi idea sobre la función del biógrafo. Es cierto, el apego a la verdad histórica es fundamental, así como la objetividad. Sin embargo, muchas biografías de grandes personajes sólo presentan ese retrato de gobelino, sin darle el color que sólo una producción de American Zoetrope sabe usar, gracias a las licencias permitidas en el cine.

El éxito de la película empezó con la selección del biógrafo, precisamente. En vez de usar la de Zweig (que la directora se negó a leer), o la de Eveline Lever (quien participó como asesora del filme), Sofia prefirió la de Antonia Fraser, escritora inglesa pero, sobre todo, mujer. Nadie como una mujer va a entender a una adolescente que, como dice Roger Ebert, practicamente fue vendida a Francia por intereses políticos de la corona austriaca.

De allí, como lo deja entrever muy bien la lica, su única función de importancia era dar un heredero a la dinastía reinante para, según se le dice su madre, consolidarse en el puesto. Más allá, y gracias al aislamiento a que se le sometió desde un principio, a la posible homosexualidad del rey, o su desinterés por ella, y al boato de una corte insensible a la vida del pueblo, su otra única función era divertirse.

Para completar el cuadro, en una escena se ven claramanete un par de tenis Converse cerca de ella. ¡Vaya anacronismo! Sofia explica al prop, planificado de antemano, porque representa el verdadero espíritu de la reina: el de una adolescente, más niña que teen, más teen que consorte. Era imposible que estuviera a la altura de su tiempo. Ni siquiera el rey lo estuvo, tampoco la corte y menos la iglesia, la cual, por fortuna, es poco visible en la cinta.

La actuaciones de Kirsten Dunst, como Marie-Antoinette, Jason Schwartzman (primo de Sofia), como Luis XVI, y de Asia Argento (la condesa Du Barry), son magníficas. Ni qué decir del diseño de producción, de K. K. Barrett: filmado in situ en el Palace de Versailles, con un boato excesivo que yo creo no iguala al de aquella corte, o de los vestuarios de extraordinaria factura, debidos a la diseñadora Milena Canonero (también responsable por el vestuario de A Clockwork Orange y, en parte, de Barry Lyndon, ambas de Stanley Kubrick. Mención especial merece la pista músical que combina composiciones modernas con obras de Lully. Me impresionó, sobremanera, un exqusito desfile de postres, preparados para la producción por Ladureé: la envidia me puso verde de inmediato. Otro desfile, que supongo disfrutarán las mujeres, es el de zapatos que le presentan a la reina, en realidad, del diseñador español Manolo Blahnik.

A pesar de sus inexcusables licencias, como implicar que la pareja real sólo tuvo 3 hijos (fueron 4), escribir el nombre de la reina sin guión o evitar el famoso Escándalo del Collar (que hubiese dado lugar a presentar personajes tan sonados como el Conde Cagliostro), entre otras varias, Sofia Coppola, con este retrato humano de Marie-Antoinette me convirtió en fan de la reina, de por vida, y encima, me dejó encantado con su perrito Mops, un bulldog francés de ojos saltones.
Imagen: Sitio oficial de la película.

8 comments:

Black said...

suena interesante la propuesta filmica, gracias por recomendarla

Unknown said...

voy a tener que verla!

La Chachi said...

Que excelente reseña. Me hiciste recordar mis tiempos del Radio Cinema.

Me habian hablado de la pelicula, pero por las razones que mencionas al principio, perdi un poco de interes.

Ahora, quiero verla, especialmente para ver el par de tenis...jajajaja.

klavaza said...

Definitivamente hay que verla Black Wizard y Pau, es toda fiesta para los ojos. CHC: Ojo al Cristo, como dicen acá, porque sí se ven los tenis pero pasan volando.

Ingrid Reyes (Chapolita) said...

AHH!!! y la foto del perrito???? La verdad no sabia mucho de María Antonieta, más de lo que vi en el colegio y en algún documental. Me encantará ver la película. Saludos,

klavaza said...

Te debo la foto de Mops Chapolita, un encanto de raza.

La Chachi said...

Vos, pero con tanto pastel, no creo que estuviera tan delgadita la Tonita...jajaja

klavaza said...

Lo que sí te se decir, CHC, es que yo estaría convertido en un abominable tonel esférico hartándome todos esos pasteles. Imaginate, repostería del siglo XVIII, a base de pura mantequilla, mmmmm...