Wednesday, May 26, 2010

Entrevista de Luis Alejos, sobre los perfumes

Annick Goutal, París.
Hace más de un año, Primer Intento me entrevistó acerca de una de mis más notorias (y secretas) pasiones: los perfumes. La entrevista se publicaría en una revista 4W (wheels, watches, women and wines), patrocinada por un restaurante de carnes. Pero como el proyecto no se hizo realidad, quien lo coordinaba (excompañero de trabajo, BTW) nunca le pagó lo prometido. Para que su esfuerzo no se pierda, aunque sea acá se hace pública. Ojala les guste.

¿Cuántos perfumes componen tu colección?
Por ahora 18, pero he llegado a tener más de 25, en realidad es pequeña, sé de quienes poseen hasta un centenar. Mejor digamos perfumes, porque loción significa “producto preparado para la limpieza del cabello o para el aseo corporal”, en tanto perfume se define ya sea como “olor bueno o muy agradable” o “sustancia que se utiliza para dar buen olor”. No sé de dónde sacaron que perfume es para mujer y loción para hombre.

¿Cuándo empezaste a coleccionar?
Desde la adolescencia, cuando descubrí que cambian mi estado de ánimo.


¿Seguís un criterio para elegirlas?
Sobre todo, que me gusten después de un rato de haberlas aplicado. Como decía, es importante que afecten mi estado de ánimo. Por ejemplo, Minotaure (de Paloma Picasso) me pone eufórico, Mandragore (de Annick Goutal) me hace sentir oscuro, mientras cualquiera con pachuli me provoca agresividad. Si encuentro las que me gustaron hace tiempo las compro, como mnemónicos. Otro factor, menos importante, es la exclusividad.


¿Cuál ha sido la respuesta femenina?
Depende, por supuesto. Calèche, de Hermès, era muy apreciada por mujeres mayores que yo, pero no por las más jóvenes; Eau de Sport no le gustaba a ninguna. En cambio Essential, de Lacoste, le encanta a casi todas. Eau de Cartier, que es unisex en realidad, les fascina. Tengo una amiga con olfato felino: no sólo sabe cuál me apliqué, sino calcula hace cuánto lo hice. Pero no me perfumo para ellas, sino para mí.


¿Tus favoritos?
Marina Geigert escribió que vendería su alma por una botella de Vetiver de Sables (de Montale), yo creo que haría lo mismo por un Eau de Sport, creado por Jean Kerléo (actual presidente de la Osmothèque, de París) en 1968 para Jean Patou que, lástima, está descontinuado desde mediados de los años 80. Podría alargar la lista, pero mejor ser frugal. Prefiero las cítricas sobre todo, algunas orientales y los vetivers. De las clásicas, el Vetiver de Carven (de viejito, confieso) o el de Guerlain, que se siente seco y el insuperable Habit Rouge, también de Guerlain (que me hacen sentir parte de toda una tradición). Eau de Cartier; Pi y Pi Neo, de Givenchy, y Minotaure, de Paloma Picasso. Del británico Creed, Royal Water, Neroli Sauvage o Himalaya y de Hermès, Terre D' Hermès, junto con Chrome, de Francisco Rabaneda Cuervo (aka Paco Rabanne). A veces prefiero algo ligero, que se esfume casi en cuanto lo aplique, como Impérial, de Roger&Gallet (esos, al igual que ciertos CD, los escondo en gavetas para que mis cuatas no los noten). Blv Note, de Bvlgari y Eau d’Hadrien o Les Nuits d’Hadrien, ambas de Annick Goutal, realmente me obsesionan. Una vez probé una de Jeep, en un Salón del Auto de París, cuya nota más baja dejaba trazas de algo que olía como a hule de llanta, ¡me encantó! Aunque debo considerar que la edecán que la aplicaba era una diosa.


¿Cuáles errores cometemos los hombres en cuanto a los perfumes?
No saber aplicarlos, sólo en el rostro, por ejemplo. Todavía quedan atavismos como usar los que venden en supermercados. Es mejor gastar en uno bueno y no en dos o tres que sólo Dios sabe cuáles ingredientes contienen. En ese caso, no usar nada es mejor opción. Otros se bañan en ellos, para ahogar a los demás. Tampoco hay que convertirse en un pebetero ambulante: olor a desodorante, a crema de afeitar, a espuma para el cabello y a perfume, peor si es barato. Es más elegante ser consistente con una línea, utilizarla con discreción y renovarla sólo después de bailar mucho, por ejemplo.


¿Y cuál es la diferencia entre perfume y eau de toilette?
Las sustancias aromáticas casi siempre se diluyen en un solvente, como etanol puro o rebajado con agua, o en aceites de coco o jojoba. Si la etiqueta consigna extracto de perfume, significa que el contenido tiene de 15 a 40 por ciento de aromas. Eau de perfum o millésime, del 10 al 20 por ciento. Eau de toilette, de cinco a 15 y eau de Cologne de tres a ocho por ciento. Las splash o after shave tan solo tienen de uno a tres por ciento de sustancias aromáticas. Claro, a mayor concentración, más perdurará la fragancia en el cuerpo pero también, será más cara.
Imágenes: De sus respectivas marcas.