Saturday, March 31, 2007

Chocheces clasemedieras

Karlita me reenvió una presentación .PPS que circula por la Red titulada, En Guatemala También Pasan Cosas Buenas: una añoranza, al estilo de la famosa e inexistente tacita de plata, por una nación idealizada.

Claro, han habido, hay y habrán cosas y acontecimientos buenos en este país. Por la presentación desfilan algunos como el invento del café soluble (después vendido a una conocida transnacional suiza), el de la Incaparina; Manny Marroquín, quien recibió dos premios Grammy, y algunos otros logros nacionales más. Por supuesto faltan varios, uno en especial, cuya omisión resulta reveladora.

El programa inicia con un cintillo adornado con el rostro de una niña indígena, el templo de Esquipulas, Tikal Futura, Atitlán y Tikal (toda una panorámica sobre nuestra tan cacareada pluralidad, según diagramación para anuncio de turismo y pirateado de Guate 360°) y termina con una exhortación, primero, moralista (para ser mejor país reduzc
a las malas palabras en su vocabulario, por ejemplo) y, segundo, apelando al Estado de Derecho (denunciemos a narcos, corruptos, etc).

En el ínterim visualiza este texto sobre fondo negro:

Encantador. Sólo olvidaron a Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, a pesar de su doble mérito, porque es mujer e indígena, dos sectores más que marginados en esta cultura. Además, probable aspirante a la presidencia de la república. La presentación y la omisión hablan por sí solas y revelan más de lo debido acerca de la cosmovisión de quienes la hicieron: las indígenas son buenas para adornar, pero para nada más. Al fin y al cabo, según cita el blog del Hijo de Pooh, la señora Menchú declaró en Francia que en Guatemala nadie querría de candidata a una, "india y fea". Terribles palabras, ofensivas para quienes quieren negar nuestra realidad cotidiana salpicada de exclusión, racismo, etnocentrismo, feminicidio, corrupción y clasismo, entre otros deslogros más.
Imágenes: Tomadas de, En Guatemala también pasan cosas buenas.

Friday, March 30, 2007

Gobierno canadiense pedazo de mierda

No se me ocurre un mejor calificativo para un gobierno insensible, imbécil, embrutecido, que permite la matanza de 350,000 focas arpa, Phoca groenlandica (se supone, sin exceder el número en dos años). Una cosa es la caza por parte de la étnia Inuit, que las beneficia para alimento y materia prima, con excepción de la vejiga. Otra, es permitir a un nutrido hatajo de escoria humana caer sobre ellas, en especial buscando a las más jóvenes, para matarlas a golpes y en muchas ocasiones despellejarlas cuando aún están vivas y concientes, y luego vender su piel por un promedio de USD 78 en los mercados ruso y chino. Supongo que alguna dragon lady oriental, o alguna mujerzuela de narco ruso, la sentirán como al armiño que merecen cuando la luzcan en los ricos inframundos en donde medren.

Por favor visiten esta página de PETA y ayuden para evitar esta barbaridad asquerosa.
Imagen: Orange Room.

Wednesday, March 28, 2007

Interrogatorio

1. ¿Por qué comenzaste a escribir un blog?
Cuando adolescente escribía un diario, prolijo, ilustrado e infestado de citas, latinajos, griegazos y hebreazos. Tuve el tino de incinerarlo. Cuando mi amiga el Monstruo me contó sobre su incursión en la Blogósfera, le pirateé la idea de inmediato.

2. ¿Sobre qué temas escribes y por qué?

Sobre todo tema posible de imaginar, porque padezco de una grotesca curiosidad.

3. Si la gente dejara de leerte y comentar, ¿seguirías escribiendo?
Por supuesto, pero tornaría mis temas más íntimos, más hacia mí mismo, como en mi antiguo diario.

4. ¿Crees que al escribir un blog debe seguirse algún tipo de ética?

En absoluto, para seguir el consejo, “no hagas a los demás...”, de lo contrario caería en un insensato pergañar de idioteces.

5. ¿Crees que formas parte de una comunidad? ¿Por qué?
Soy humano y como dijo Darwin, gregario.

6. ¿Tienes algún grupo cercano de blogueros con el que te podrías poner de acuerdo para lograr algo?
Sí y todos son muy pilas en lo que hacen.

7. ¿Crees que los blogs van a cambiar/están cambiando algo en la sociedad/mundo político/etc?
Es un trabajo de hormiga, pero, poco a poco, se va horadando la dura roca sobre la que descansan las cosas que nos desagradan y queremos cambiar. Por supuesto, me refiero a los blogueros independientes, no a los que aprovechan la Blogósfera para vender productos, ideas con intenciones políticas o cabildeos en pro de causas imbéciles.

8. ¿Qué te gustaría hacer en la Red para profundizar lo que haces con el blog y por qué (podcast/videocast, comunidades, wikis, redes sociales,etc)?
Páginas dedicadas al arte, la fotografía, la literatura y el cine alternativos porque es una forma de abrir un espacio, de acceso universal, para propuestas que de otro modo no tendrían, en el mundo atómico, ni siquiera un albergue temporal.

Quienes no hayan hecho este ejercicio, delen copy-paste y ¡pasen la bola!
Imagen: Gorra de oficial del NSDAP.

Tuesday, March 27, 2007

Self esteem improvement

Imagen cortesía de Lucía Fagiani
¡Gracias Claudita!
Las cucarachas también son hermosas
Por Claudia Navas Dangel
De acuerdo con una estadística de incierto origen, si los buscamos, por lo menos encontraremos a un arácnido o a un insecto no más allá de 20 metros de donde nos encontremos y con muy pocas excepciones geográficas.
Además, según algunos autores, las cucarachas ya se volvieron nuestros parásitos porque descubrieron que su calidad de vida mejora cuanto más cercanas estén con los seres humanos.
et facies earum sicut facies hominum” (“y sus rostros son como rostros de hombres”, de Apocalipsis 9:7), fueron las palabras que inspiraron a León Aguilera Radford, para crear la serie de fotografías en las que retrata insectos y arácnidos desde distintos puntos de vista.
Usando el lente macro, como con una lupa, Aguilera Radford acerca esos animales que nos hacen compañía, pero que rara vez vemos con detenimiento. Y es tal la dimensión, que las imágenes de los insectos podrían evocar situaciones humanas. Como los retratos de cucarachas agrupadas bajo el título, Cenáculo, o Dead-pecesito, un tríptico que muestra a un tisanuro muerto sobre una superficie de cristal.
De este acercamiento surge la idea de que al detener el tiempo y al descubrir una nueva mirada, es posible encontrar la belleza en cualquier rincón.
Revista Este País, pág. 60, febrero 2007.

Sunday, March 25, 2007

Edipos para minutos: dialogo

Dos chicas analizan, durante un momento tranquilo en la oficina, el cambio de comportamiento de sendos compañeros, cercanos y amigos, desde que conocieron a una tercera joven (la Chica 0), quien no trabaja con ellos:

Chica 1
¡Mirá qué barbaridad, últimamente andan de arriba para abajo juntos haciendo toda clase cosas!

Chica 2
¿Como qué cosas?

Chica 1
Como la otra vez, que la fueron a visitar a su apartamento cuando no estaban sus papás y se quedaron allí con ella, "supuestamente platicando", hasta las tres de la mañana, ¿podés imaginarte?

Chica 2
De plano el grande es mala influencia para el chiquito, lo está perdiendo.

Chica 1
Después de escuchar todo lo que me han dicho, te cuento, yo no estaría tan segura sobre quién de los dos es el peor ejemplo para el otro. Además, ya sólo de ella se mantienen platicando y la ensalzan: que si habla cuatro idiomas, que si se viste goth, que si comenta de cine...

Chica 2
Esperáte... Esperáte... Ya sé, lo que pasa es que los tiene idiotas, completamente imbéciles...

[entonces, imaginé a los dos, sentados frente a la Chica 0, mientras nos ofrecía alguna bebida, ya sea te, café o cerveza, con su debida carga de agüita de calzón...].
Imagen: Portada de un cómic de Lady Death, según la visualizaron Hughes y Jensen.

Wednesday, March 21, 2007

Ecologistas contra el altruismo

Knut es un osezno de Ursus maritimus nacido el pasado diciembre en el Zoológico de Berlín. Su madre rehusó atenderlo, así como a su hermano, el cual murió. Por eso, los encargados del parque optaron por criarlo.

Una decisión lógica: es miembro de una especie en peligro de extinción y casos similares se dan en la naturaleza, como ejemplo, de vez en cuando aparece por ahí alguna foto de una gata amamantando cachorros de perro o viceversa. A tal conducta se le conoce como altruismo. También, cualquiera la esperaría de un zoológico en vista de que, al fin y al cabo, allí exhiben a los animales separados de su medio ambiente para deleite de niños y adultos, espectáculo condenado desde hace mucho por varios grupos que luchan por los derechos de los animales.

Como consecuencia de un pensamiento dogmático, talibán, el ecologista alemán Frank Albrecht, en respuesta a la campaña mediática desatada tras conocerse la historia y que convirtió al osito en estrella (incluso Annie Leibovitz lo fotografió para una campaña ecológica), pidió que los responsables del zoológico lo maten. A él se unió el grupo pro-animales, Cuatro Zarpas, también germano. Existe un antecedente, porque un caso similar, sucedido en el Zoológico de la Ciudad de Leipzig, terminó con la muerte de otro osezno por medio de inyección letal.


Desde un punto de vista biológico, Albrecht tiene la razón. En su medio ambiente Knut ni siquiera hubiese tenido una oportunidad y habría muerto. Pero, en este caso, es víctima de una intervención humana, que sacó de allá a su madre y cuya principal misión, ahora, es mantenerlo con vida, porque está bajo su cuidado. En cuanto a si se debe, más adelante, devolverlo a la naturaleza o si debe quedar cautivo, es otra historia, que podría terminar mal, como sucedió con Bruno, el primer oso salvaje visto en Alemania desde 1835. Apareció, a mediados del año pasado, en el sur del país solo para ser cazado, con la venia de autoridades de la localidad, temerosas por la seguridad de la gente y de sus valiosos ganados.
Imagen cortesía de AP.

Johann Sebastian Bach

Imagen, cortesía de J.S. Bach

Eisenach, miércoles 21 de marzo de 1685
Leipzig, jueves 28 de julio de 1750

Friday, March 16, 2007

"La sangre negra del Nacionalsocialismo..."

Cuando lo descubrí en la librería sentí una inmediata necesidad de leerlo y, más adelante, tuve la enorme suerte de recibirlo como regalo de mi amiga Sashi, en la Navidad pasada. No podré nunca dejárselo de agradecer.

El título lo define como diccionario y, en efecto, eso es, pero más en el sentido de una enciclopedia como Man, Myth and Magic (editada por Richard Cavendish), pero con una salvedad: la notas de este catálogo fueron escritas sólo por Rosa Sala Rose, la erudita autora de un libro imposible de soltar una vez se inicia su lectura.

El Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo recoje en tan sólo 509 páginas una de las mitologías sintéticas de más peso en la historia moderna. Por ellas desfilan temas como roble (el árbol sagrado de los nazis), Hitler (y su deificación por parte de los ideólogos del III Reich), Tíbet (el lugar en donde, suponían los nazis, aún se ocultaban los arios primigenios). Con solo los artículos, Águila, Esvástica, Hielo, Judío, Nibelungos,
Nietzsche, Paracelso, Roble, Sangre; estaría más que justificado el precio de la obra.

A cada término lo acompaña su equivalente en alemán (por ejemplo, sangre, blut; judío, juden, jüdisch), una clara demostración de exactitud documental. Se trata de una obra orgánica, centrada alrededor de un esquema o mapa hecho para delimitarla dentro de un contexto, escrita con una erudición vertiginosa. Con muy pequeños errores (por ejemplo, afirmar que Aleister Crowley fue satanista es aventurado aunque, concedo, ella no es ocultista), Sala Rose desarrolla los temas con la autoridad conferida por sus investigaciones sobre la historia, la antropología y la ideología del régimen nacionalsocialista alemán.

Conforme adentré en la lectura, empezó a surgir una inquietud que se convirtió en certeza: los fundamentos del nazismo estaban allí, en la cultura occidental, desde tiempo atrás. El éxito nazi, como afirma el libro, fue saber canalizar el antisemitismo, la tendencia a la xenofobia, el etnocentrismo y la perversa teoría de la supremacía blanca en una sola amalgama ecléctica, pero lógica; falaz, pero asertiva y, por sobre todo, por haber satisfecho la imperiosa necesidad del ser humano por creer, aunque para ello deba clausurar el área racional de su cerebro y recurrir al proverbial Ministerio de la Verdad, propuesto por Orwell en su novela,
Nineteen Eighty-Four.

Lo peor vino cuando cerré la contratapa. Empecé a meditar y colegí algo más tenebroso: el nazismo, bajo miles de formas, disfrazado de oveja o de dragón, liberal o fascista, envuelto en el manto de un ocultismo teatrero como el del Klu-Klux-Klan o tras un escudo pseudocientífico, como en la Cienciología, podría volver. Su retorno estará latente mientras en los substratos de nuestra cultura pervivan larvadas las miasmas que lo generaron.

Además, no hay razón para suponerlo un fenómeno propio del Primer Mundo. Aquí, donde yo vivo, en el corazón del Tercero, esas miasmas no están tan larvadas como lo estuvieron en Europa antes de los dos grandes conflictos mundiales. Más bien se encuentran agazapadas, esperando, listas para surgir cuando las condiciones sociales lo permitan.

Por cierto, y para cerrar, gente de Acantilado: la obra pide a gritos una buena traducción al inglés.

Rosa Sala Rose, Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo, El Acantilado, primera reimpresión, Barcelona, 2004, 509 págs.
Foto: Jorge Morales, 2007.

Wednesday, March 14, 2007

¡Este cuerpo es mío!

¡Qué país más machista!, lo exclamo sin asombro. Como todos sabemos, en una cultura así y moderna a medias, como la nuestra, el cuerpo femenino todavía es un bien preciado, propiedad del hombre, quien puede traficarlo, explotarlo, abusarlo, ignorarlo y manipularlo invocando la fuerza, la costumbre o hasta a la religión (por supuesto, si curas y pastores son sus ideólogos más conservadores. Furibundos defensores del machismo a ultranza).

Por tanto, sobre el cuerpo femenino están centradas las miradas fundamentalistas, las salaces, las económicas y algunas con aun peores intenciones. Desde niña, una mujer aprende, ya sea por culturización primaria o por secundaria, cuánto vale tener un buen cuerpo. Debido a nuestra herencia judeo-cristiana, a la vez que valioso, este bien también es maligno, porque tienta y, por tanto, debe estar cubierto.

Como contestación a tal sarta de imbecilidades me pareció interesante el desplante de varias mujeres quienes, durante un breve lapso, se despojaron de su ropa para declarar que sobre su cuerpo ellas deben ser las únicas dueñas. Las consecuencias más o menos inmediatas me llaman la atención.


No quiero debatir acerca de la originalidad de la idea, trillada en otras partes y común desde los tiempos cuando estuvo de moda el streaking. Más bien, prefiero preguntarme por qué pareció un acto ofensivo, en especial a los hombres. Muchas mujeres comentaron que denigra su imagen o que ellas jamás lo harían; pero para los machos fue casi una declaración de guerra (según una microencuesta que realicé, preguntando).

Algunos hombres se reían de ellas porque no exhibieron un buen cuerpo. Otros, las maldecían e invocaban a las buenas costumbres y, por lo menos uno, las increpaba a distancia porque dieron un mal ejemplo (¿para quién?, le pregunté, "para nuestras mujeres", respondió).

A nivel macro y en general, los medios las ignoraron. Hasta donde pude monitorear sólo elPeriódico y Latitud, por TV, publicaron una nota inmediata. Prensa Libre lo hizo, con foto, en su edición dominical, siguiente del Día Internacional de la Mujer, contexto en el cual tuvo lugar la exhibición. Al buscar en sitios de noticias internacionales no se las menciona y a pesar de que Nuestro Diario hubiese parecido el medio adecuado para el caso, tampoco lo publicó.

Sin embargo, el fondo del desplante tiene raigambre histórica, porque es una forma contracultural de afirmar algo inconcebible para los machistas: que la mujer pueda disponer sobre sí lo que le venga en gana, desde empelotarse hasta abortar; desde maquillarse hasta raparse; desde amar a otra mujer hasta querer ser madre soltera.

Otra cuestionante mía giró alrededor de un hipotético grupo de guapas modelos, desnudas también, protestando en pro de la Ecología o contra el abuso infantil. En ese caso mis encuestados se mostraron anuentes, sin objeciones, y casi siempre respondieron entusiastas, con una sonrisa pícara, antes de terminar de plantearles la pregunta.

"Las mujeres sacamos tarjeta roja", decía la pancarta de una manifestante vestida como árbitro de fut. Otra contestación llamativa porque se valía de un recurso de la contracultura: utilizar contra el sistema sus propios estereotipos. Tampoco tuvo mayor eco, pero eso sí, la fotografiaron con bastante frecuencia ya que llamaba la atención, según un fotógrafo, "porque tenía una pantalonetía muy atractiva". Lástima, por ver a la prenda no apreció el mensaje o, más bien, creo, prefirió ignorarlo.
Foto: Jorge Morales.

Saturday, March 10, 2007

Doña Yma Sumac:

Disfruten

Los discos de Yma Sumac han estado en mi vida de mi más tierna infancia y su recuerdo volvió cuando los franceses lanzaron una selección de sus interpretaciones. Hoy, ya en CD, es común en Amazon, eBay y otros vendedores virtuales. También afiches, fotos, autógrafos, en fin, las cosas asociadas a celebridades. Sin embargo pocos, fuera del círculo de conocedores de la música sudamericana, saben de su trayectoria. Es más, muchos adultos ya no la recuerdan o piensan que partió hace tiempo. Pero aquí está en un homenaje rendido por Perú el año pasado.

Tuesday, March 06, 2007

Tres consideraciones sobre Cazadores de Amores

“Un artista es una criatura manejada por demonios. No sabe por qué lo eligieron y casi siempre está demasiado ocupado para averiguarlo”.
William Faulkner


I Inferno
Plutón en 26° Libra
Según las teorías del psiquiatra suizo Carl Gustav Jung, muy dentro de nosotros yacen, casi siempre dormidos, esos bloques fundamentales de la mitología humana: los arquetipos. El escultor Sebastián Barrientos es un extraño pescador de ideas quien lanza sus anzuelos en aguas profundas, turbias y procelosas sin saber cuán terribles serán las presas que extraiga de sus abismales nichos. Una vez en sus manos, tales criaturas, hasta entonces virtuales, cobran forma en el mundo físico realizadas, ni con el brutal golpe del martillo, ni con la dureza del escoplo, sino con la minuciosa destreza con la que un patólogo describiría los peores padecimientos humanos. Cada tríptico y políptico trasciende a sus propios límites físicos, como sucede en Diabolo, para multiplicarse en forma polidimensional porque, gracias a su riqueza simbólica, al cambiar el ángulo de incidencia de la luz o el punto de vista, también se altera el concepto que nos deja cada una de las figuras. Así, las convierte en legión, una arrolladora legión de ideas cuyos reflejos fractales apelan a esas profundidades del inconsciente colectivo que las transforma en símbolos de las oscuridades de cada espectador. Las texturas brutalistas, los colores que apelan a la Madre Tierra y los temas, basados en una narrativa inventada por él, que se desarrolla según la entendamos cada uno de nosotros, sugieren conflictos, maledicencias y lamentaciones que alcanzan hasta a los ángeles caídos. De línea simple, pero de factura maestra, cada conjunto recuerda nuestras mutilaciones, carencias, fracturas y disfunciones y nos lleva a ese lugar en donde se sufre de frío, no hay luz y se escuchan lamentaciones y crujir de dientes.


II Purgatorio
Júpiter en 9° Escorpión
Sobre el ala de una de las figuras, en el conjunto Los Hacedores de Rosas, se multiplican éstas flores que han simbolizado en Occidente exaltados estados de conciencia y han servido como recordatorios del triunfo de la trascendencia sobre cualquier abismo oscuro, para cruzar lo que Aldous Huxley llamó “las puertas de la percepción”. Sebastián impone a sus conjuntos escultóricos un ritmo estable que busca al antiguo número Φ, el número de oro. Placenteras a la vista, las obras poseen una armonía exaltada y una composición natural, nunca forzada, que lleva a sentirlas como parte normal del entorno en donde están y que obligan al espectador a formar parte de ellas y si éste no se cuida, lo devorarán. Por su tamaño y volumen son para grandes espacios, para ser sentidas como propias o demasiado ajenas, sin límites ni de tiempo ni de espacio. En este estadio agitan a la conciencia como lo hacen algunas obras de maestros consagrados. Y sin embargo, guardan consigo el encanto de una propuesta prístina, nueva, aún no contaminada por la autorreferencia, el aburrimiento o la repetición incesante que recordaría a una muela de molino. Asistimos al surgimiento de un creador audaz, cuyas raíces se hunden en una tradición familiar, pero que cosecha frutos singulares como si de un salto cuántico se tratara.

III Paradiso
Mercurio en 16° Acuario
Móviles hacia arriba y abajo, de izquierda a derecha, hacia adelante y atrás, estas esculturas son un hermoso ejercicio tridimensional convertido en una danza que explora las ilimitadas posibilidades del espacio, para que lo defina la mano del artista. Procedentes de las más profundas cavilaciones de la era moderna, ricas herederas del cómic, la escultura tradicional y el diseño experimental, así como de la iconografía clásica (algunas recuerdan a viejos dioses greco-romanos), siguen de cerca los intereses musicales de su escultor y proceden de un plano bidimensional, creado por los excelentes bocetos del artista, pero, sobre todo, de su pasión visceral y entrega por realizarlas. Preciosistas pero brutales en sus detalles, a veces erizan la piel y a veces contaminan al corazón con la alegría que producen los encuentros fortuitos con personas, accidentes geográficos, especies o incluso, con otros objetos agradables. Pero estas obras de arte, a pesar de ser también objetos, poseen tal fuerza inmanente como para permitirnos fantasear que vamos a dialogar con ellas. Tal extremo sólo es posible, por supuesto, si tenemos un tanto de músico, poeta y loco o si, como Sebastián, sabemos penetrar en la materia, más allá de lo evidente, hasta llegar a su esencia trascendental, esa que hizo creer a los alquimistas de antaño que todo, desde el firmamento hasta el último cascajo, está dotado de vida propia.
La muestra Los Cazadores de Amores, de Sebastián Barrientos, estará en exhibición en el Museo Nacional de Arte Moderno desde el jueves 8 hasta el sábado 31 de marzo. No se la pierdan.
Texto tomado, con ediciones, del catálogo de la exposición © León Aguilera Radford, 2007.
Fotos de Mauricio Acevedo, cortesía de la Fundación G&T Continental.
Loas cálculos de la carta astrológica de Sebastián son de este sitio Web.

Friday, March 02, 2007

Ghost Rider, un experimento lamentable

Algo debe tener este personaje de Marvel, creado por los escritores Roy Thomas y Gary Friedrich, y por el artista Mike Ploog (Marvel Spotlight, volumen 1, #5, agosto de 1972), porque tanto Johnny Depp como Jon Voight quisieron el papel titular. Pero el entusiasmo de Nicolas Cage (quien hasta tiene un tatuaje de él) y su apoyo económico, lo convirtieron en el flamante esqueleto de profunda raigambre oscura.

Johnny Blaze (Cage, de viejo; Matt Long, de joven) salva a su padre (Brett Cullen) de las garras del cáncer por medio de un pacto firmado con Mefistófeles (Peter Fonda) quien, haciendo honor a su naturaleza, lo engaña. En efecto, lo sana pero lo mata de inmediato en un acto circense de acrobacias en motocicleta (el medio de vida de la familia), y Johnny queda condenado a convertirse en un cazafortunas quien, como hicieron sus colegas del Viejo Oeste con los prófugos de la Justicia, debe buscar a los fugados del Averno para devolverlos a su castigo.

Aparece Blackheart (Wes Bentley), hijo de Mefistófeles, venido a la Tierra con tres compañeros: Gressil (Laurence Breuls), Wallow (Daniel Frederiksen) y Abigor (Mathew Wilkinson). Los tres, demonios de quinta categoría disfrazados, cada uno, con un elemento clásico de la Alquimia: Aire, Tierra y Agua (el Fuego quedó reservado para su amo). Por supuesto, Mefistófeles cobra en ese momento el pacto y ordena a Blaze atrapar a los rebeldes para evitar que conquisten al mundo.

Blaze se lanza a cumplir con su misión pero se topa con un escollo, y es que reaparece su amor de adolescente, la periodista Roxanne Simpson (Eva Mendes, de adulta, y Raquel Alessi, cuando chica). La cinta se asegura de presentar a la hispana como a una criatura de belleza exuberante y salvaje, irresistible incluso para un semidemonio como Blaze. No debería mencionarlo, pero el amor es la señal esperada por el huesudo para concluir su búsqueda místico-teológica, motivada porque quiere saber si existe una segunda oportunidad para un condenado.

Como es necesario que Blaze encuentre un guía, sucede un encuentro con el Ghost Rider anterior, un vaquero creado por los mismos escritores para Marvel en los años 60: Hamilton Slade (Sam Elliott), quien en el cómic no tenía poderes sobrenaturales, pero en la cinta sí.

El director Mark Steven Johnson (Elektra, Daredevil) dejó su típica impronta, como en sus anteriores direcciones: las escenas, efectos especiales y secuencias de acción son de calidad, pero no convincentes. El argumento, debido a su pluma, es lineal, carece de fondo, los personajes son planos y predecibles y las incursiones filosófico-teológicas, elementales. Encima, algunos efectos especiales no llegan a la altura esperada en estos tiempos (por ejemplo, las centellas que acompañan a la llegada de Blackheart) y la edición, con franqueza, parece la de un novato. Incluso el diseño de la motocicleta del Rider es una risible piratería del trabajo de H.R. Giger. Aunque la moto de Johnny sea una réplica exacta de la montada por Peter Fonda en Easy Rider y la escopeta palanquera calibre 12, una Winchester original modelo 1887, la hubiese usado un vaquero como Slade, otros props no son tan convincentes. Sin embargo, no será malo verla. En el cine, a diferencia de en DVD, es menos peor tal vez porque el sonido en ocho canales ayuda a enmascarar algunos de los errores.

A propósito. Johnson, para felicitar al sonidista Don Davis por su trabajo, afirmó que la voz del Ghost Rider atronaría en las salas de proyección. Bueno, tal vez, pero a pesar de que éste utilizó la voz de Cage filtrada a través de gruñidos animales reproducidos a la inversa, más el golpeteo de las mondas mandíbulas, no me pareció en especial aterradora. Más efectiva, tal vez, podría haber sido la Mirada de Penitencia, "una de las armas más poderosas del Ghost Rider", según explica Slade. Pero no fue explotada a su máximo ni por el director ni por los especialistas de efectos especiales, quienes lograron ahogarla en un mar de fuego.

Las actuaciones son pobres, en especial la de Cage. Mendes, por su parte, sólo es ella misma pero con eso le basta para incitar las fantasías de cualquier auditorio adolescente. Peter Fonda presenta a un diablo exigente, afectado y falto de imaginación; ahora, ese es su personaje, no él.

Por el estilo, el soundtrack enfatiza con marcador iluminado. Si la música, como dice Roger Ebert, sirve en una película para destacar, disminuir, remarcar o incluso anticipar, es por lo menos poco creativo utilizar canciones viejas, trilladas y "de cajón" para esclarecer lo que ya es evidente en la pantalla.

Según James Berardinelli esta película es un bodrio mundano. Lástima, tiene razón. Pero no pierdo la esperanza, tal vez siga una segunda parte, tal vez escojan a un mejor director y tal vez le salven el honor al personaje. Ha sucedido antes, tal vez suceda otra vez.
Fotos: cortesía de Sony Pictures.