Friday, August 27, 2010

Hechos aterradores

Guatemala es la little country of horrors. Ya nadie se sorprende por asesinatos, robos, clonación de tarjetas, prostitución infantil, falta de ética, abuso y corrupción gubernamentales o policiacas. Todo es normal en este país de las antimaravillas. Claro, debiesemos cambiar este rumbo, no, revertir esta caída planar que como dijo alguna vez el difunto Edgar Morales (aunque se refería a un amor imposible), "sólo nos llevará al caos, la locura y tal vez la muerte". El estado de anarquía es tal, que todo se presta a dobles interpretaciones. Por ejemplo, el caso de Alejandro Giammattei. Es obvio, se trata de un encarcelamiento con dedicatoria política. Otro, la transferencia de fondos del Ministerio de Educación a Mi Familia Progresa, también obvia plataforma oportunista de la actual administración de turno para intentar perpertuarse en el poder. Pero la muerte del activista cultural, Leonardo Lisandro Guarcax toca ciertas cuerdas temibles porque, según ciertas interpretaciones (he ahí lo malo, no creo que se llegue más allá, como en el caso de los Mussa), podría tratarse de la punta de un témpano de intolerancia religiosa o de ataque frontal a la cultura maya. Bien sabido es que muchos grupos cristianos en el interior padecen de un fundamentalismo espantoso, nada raro en un país desinformado, analfabeta y encima ananumérico: cualquier información que no coincida con sus creencias provendría de Satán (el caso de la radio que incitó el ataque contra la turista canadiense en Huehuetenango) o de grupos en los cuales el racismo es rampante (en pleno siglo XXI, aun vivimos en la Edad Media). Espero que no haya sido así, además quiero creer en la eficacia de las autoridades correspondientes para esclarecer el caso. Claro que sí, por supuesto. Mientras, seguiré obsesionado con la Gallina Ciega, como lo postée en FaceBook, porque ya no basta con hundirse en la ficción, ni vivir bien a verga como declaraba Miguel Ángel Asturias, no. La realidad chapina causa un dolor tan lacerante, que ya no hay anestésico ni pain killer capaces de calmarlo.

Monday, August 23, 2010

Un maestro del dibujo

(Entrevista por Paula Alejandra Lone, publicada en Prensa Libre del 30/08/2010)

Concepción del Uruguay es un pueblo fronterizo de Argentina, en la provincia de Entre Ríos. Allí nació en 1965 Juan Manuel Díaz Puerta, quien se define como pintor y dibujante.

Es licenciado en artes visuales. Luce juvenil, incluso juguetón, pero esa fachada informal esconde una propuesta plástica tan de alta definición como los acrílicos sobre lienzo que expone en la Galería Ana Lucía Gómez (16 calle 7-30, Zona 14).

“Sus trazos son lanzas incandescentes que iluminan nuestra hondura sensible para reanimar las llamas de la suprema obscenidad de la belleza”, escribió el argentino Enrique Tudó.

Con una sola propuesta a color, el resto de la obra es en blanco y negro; sin embargo, ese monocromatismo le confiere dramatismo y fuerza a su admiración por el cuerpo masculino, por las aglomeraciones humanas, en las que inserta un zoomorfo simbólico, enmarcado en paisajes urbanos o rurales de impresionante precisión y belleza.

Juan Manuel Díaz Puerta nos recibe en el vestíbulo de la Galería Ana Lucía Gómez para responder algunas preguntas acerca de su trabajo, en el cual ha representado zonas de Guatemala, que ha visitado en varias ocasiones. Esta es su segunda muestra en el país.

La naturaleza y la figura humana son integrales en su obra. ¿Le llama la atención la anatomía masculina?
Me gusta la anatomía humana; es muy importante para mí. Pero también me da placer la femenina; se ve en mi obra.

¿Cuáles podría considerar como sus influencias en la plástica?
Los clásicos, definitivamente; el Barroco y el siglo XIX han dejado su impronta en mi trabajo.

¿Desde cuándo se supo artista visual?
Desde que tengo uso de razón, y la técnica para mí siempre fue el dibujo.

¿Por qué las multitudes en sus cuadros?
Necesito pintarlas porque tengo un problema de comunicación: lo hago a través de los cuadros. Las multitudes subliman esa carencia, o ausencia, de contacto.

¿En su obra se reflejan algunas de sus lecturas?
Definitivamente. Borges, por ejemplo, porque evoca a la pampa, pero también me gustan Cortázar y García Márquez. En especial, de Guatemala, disfruto a Tito Monterroso.

Uno de los aspectos más destacados de su trabajo es el manejo de la luz, poco convencional.
La luz está en función del cuadro. Se dice que “pintar es pintar la luz”. La luz es abstracta, casi metafórica, poética, y yo juego a dominar esos elementos en mi obra.

A pesar de que su obra es realista, contiene elementos oníricos o simbólicos, como una fiera que va con las multitudes, una cúpula romana que remata una gruta llena de gente o un zoomorfo que asoma entre ella. ¿Cómo los explica?
No hay surrealismo sin psicología. En mi obra se entrelazan procesos e historias, pero hay que comprenderlos de manera subjetiva, porque surgen de manera simbólica. En cierta forma me siento surrealista, debido a que los sueño primero antes de plasmarlos en el lienzo.

¿Cuánto tiempo le toma completar un cuadro?
Depende, pero podría promediar unos 15 días. Además, muchos de ellos conllevan un estudio anatómico y está de más decirlo, pero todos se logran con mucho trabajo. Pero si no trabajo, entonces sufro de mucha ansiedad. Luego, una vez completadas las series, me tomo un descanso de otros 15 a 20 días.
Imágenes: Galería Ana Lucía Gómez.

Saturday, August 21, 2010

Aún más horrores del baño de hombres

Tres casos más para la colección que ya lleva dos posts en este blog, todos ciertos y verdaderos:

Lavado de quetzales
Un amigo me refiere que su padre cuando estaba a cargo de un cuartel debió recibir a varios soldados, quienes se presentaron a servicio completamente borrachos. Al verificarlos, se descubrió que no estaban de alta en esa base, sino en otra. Fueron puestos en formación para recibir la puteada correspondiente, y mientras esta sucedia otro soldado se acercó y le dijo algo al oído. El oficial fue a verificar por su porpia cuenta: en los botes de basura de las letrinas había billetes, porque los elementos, en su borrachera, los habían usado en vez de papel hiegiénico. Más tarde se vio a los hombres lavando los billetes en una pila, por ordenes del superior. ¿No sería posible que alguno de esos pasara por nuestras manos después?

Es malo aguantarse
Un compañero de trabajo, obeso aunque no debería ser necesario señalarlo, postergó su ida al baño porque estaba en reunión con uno de los gerentes. Es más, cuando terminó, casi una hora de abstenerse, alguien lo llamó por teléfono y cuando por fin logró llegar a los baños todos los inodoros estaban ocupados. Desesperado, se paró frente a la puerta, con cara de hormiga, como solemos decir. Alguien de su mismo departamento entró, lo vio y lo saludó con una fuerte palmada en el estómago. El ¡Qué tal vos! recibió como respuesta una grotesca y ruidosa descarga, acompañada por el olor correspondiente. "No tuve más remedio", me cuenta el protagonista, "que salir corriendo a bañarme a la casa".

Desgracia frente a la jefa
"Mire Lic., de verdad que la pasé mal. Estaba parqueado cerca de la Tipografía cuado empecé a sentir ganas, pero qué horrible se sentía. Por suerte cerca de allí hay unos baños públicos, así que fui, pero al llegar me encontré con que no tenía ni un pinche varo entre la bolsa. Salí a la calle y empecé a pedirle a la gente, pero todos me mandaron a volar. Entonces, decidí hablar con la señora que cuida los baños, le expliqué lo que me sucedía y le rogué que me dejara entrar. "¡Si no carga el quetzal váyase a otro lado!". Salí y como estaba desesperado, decidí hacerlo al lado de El Calvario, al fin y al cabo allí orinan todos. En esas estaba cuando llegaron dos de Emetra: "¿Y a usted qué le pasa?,¡ levántese y limpie lo que hizo!", me dijeron. Me pasaron uno botes con agua y empecé a limpiar cuando me llama mi jefa, diciendo que ya estaba en la puerta de la Tipografía. esperando por mi. Los emetras se reían, de que yo con celular no cargara ni un peso para el bañoy cuando vieron el carro, casi me dan verga.

"Lo peor entonces fue subirme al carro. Por suerte encontré una manta de vinil y la puse sobre el asiento, para no dejarle el olor. Cuando la jefa entró al carro, con las ventanas bien abiertas y el aire a todo meter, me preguntó qué estaba pasando, que de dónde venía ese olor tan repugnante. No Lic., no tuve de otra más que decirle la verdad. "Usted es un caso", dijo nada más, "váyase a su casa y regrese arreglado". En mi casa me recibieron a palos, porque mi mujer pensó que yo había estado bebiendo".
Imagen: klavaza, 2010.

Friday, August 20, 2010

San Manuel exilio mártir

La XVII Bienal de Arte Paiz tuvo lugar del 17 de abril al 9 de mayo pasados. Esta nota se me había queadado, se la debía al blog. Pocas de las obras me impresionaron o incluso me llamaron la atención. La estrella para mí fue esta escultura del Colectivo La Torana (Marlov Barrios, Erick Menchú, Norman Morales, Josué Romero y Plinio Villagrán) resultado de su Proyecto para la creación de un santo. Estuvo en exhibición en (ex)céntrico, del Centro Cultural de España. La figura es una metáfora del sistema de creencias que existe como soporte del crisol en donde se fraguan nuevas clases sociales, emergentes de muchas fuentes, algunas ilegales. Casos muy conocidos son la Santísima Muerte o Jesús Malverde, llamados narcosantos por razones obvias. Son de cuño relativamente reciente, no más de 200 años, y se distinguen de otros, como San Pascual o Maximón, de mayor antigüedad y resultado casi siempre del choque cultural que provocó la Conquista por estos rumbos.

La Torana se apuntó un cien con esta escultura que conjunta además a dos elementos comunes de la cultura popular: los santos espurios y la tecnología que todos usamos a diario, muchos sin entenderla en realidad. Simplemente son hechos dados. Así como creemos a ciegas en la existencia de fuerzas sobrenaturales, aceptamos la omnipresencia de la tecnología, la intrusión del sistema en nuestras vidas y la imposibilidad de vivir sin una, ni la otra. Además, y ya con toque humorístico, pero sardónico, el santo en cuestión tiene su historia: se llamó en vida Manuel de Jesús Rodas Zacarías, nació en San Augustín Acasaguastlán el 14 de octubre de 1982, en extrema pobreza. Antes de que naciera su madre soñó una violación brutal y a un perro que llevaba una cabeza con el hocico... Se le conoce como el santo del crimen y de los viajeros sin rumbo.

Estoy seguro de que si se le colocara en un santuario público, con su historia y oraciones respectivas (las cuales acompañan a la figura en un trifoliar que parece miemografiado), no pasaría mucho antes de que convocara a miles de fieles devotos, quienes le dejarían todo tipo de ofrendas y exvotos. Tampoco tardaría mucho en formar parte de esa constelación subterránea de santos hechizos, tan espurios como los conceptos que los sustentan, resultado de una sociedad ananúmerica, inclinada a creer pero jamás a informarse para saber a ciencia cierta.
Imagénes: klavaza, 2010.

Wednesday, August 18, 2010

Frank Frazetta (1928 - 2010)

Night Stalker, 1967.

 La obra de Frazetta forma parte de mi ecosistema plástico desde que la descubrí en las últimas páginas de un cómic de Vampirella, todavía publicado por Warren. Se veía a una luna enorme y en contraluz a un personaje que la observaba. Se llamaba Night Stalker. Además, a él se debía la portada. Aquella primera impresión habría de durar hasta hoy. Frazetta fue un gran ilustrador de cómics, portadas de novelas, discos y libros, afiches de cine y tiras cómicas, maestro de la línea trazada a mano alzada y de ese infernal medio, la acuarela. Su favorito era el óleo pero también apreciaba al lápiz y a la tinta.

Wolves, 1966.
Representaba tanto a figuras humanas como a zoomorfos como seres poderosos, muchas veces en situaciones extremas. Sus desnudos o semidesnudos aclaman al cuerpo humano, mientras sus fieras y entornos evocan un pasado glorioso, mítico, muchas veces de raigambre nórdica, africana o prehistórica. Tardía fue su entrada en mi adolescencia, pero suficiente como para inflamar de por vida mis fantasías escapistas y eróticas. Si algo realmente me gusta de él es su capacidad para contar una historia a medias: una mujer desnuda y voluptuosa combate a un demonio poderoso armada sólo con una lanza. Una madre caída con su hijo en brazos enfrenta a cinco lobos hambrientos o un hombre acorralado contra una roca está a punto de ser devorado por fieras que se ven malignas. No cuesta mucho seguir esas narrativas visuales, dejarse ir e imaginar cómo llegaron allí o cómo terminaron sus personajes.

Vampirella, 1996.
John Carter de Marte (de Edgar Rice Burroughs), Conan de Cimeria (de Howard E. Carter) o la misma Vampirella (a quien le diseñó el trajecito) deben su éxito en gran medida a las ilustraciones de Frazetta. Muchos fans reconocieron haber comprado esos libros porque deseaban leer qué pasaba en las portadas (algo que no estaba escrito). Por eso declaró, "nunca juzguen a un libro sólo por la portada".

Sus obras siempre fueron coto de caza de inversionistas y acaparadores. Entre sus admiradores y clientes se cuentan Marlon Brando, Cher, John y Bo Derek, Dick Clark, Patrick Duffy, Clint Eastwood, Francis Ford Coppola, Charleton Heston, Dino De Laurentiis, Tom Laughlin, Sandra Loche, George Lucas, Steven Spielberg, Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger y Orson Welles (Aggie Guerard Rodgers, cuenta que el diseño del bikini metálico de la princesa Leia Organa en Return of the Jedi, se inspiró en un trabajo de Frazetta). Está por iniciar el remake de Conan y Robert Rodriguez le dará nueva vida a Fire & Ice, una documental sobre su vida que fuera dirigida por Ralph Bakshi, el mismo que dirigió la primera versión fílmica (horrenda) de El Señor de Los Anillos.

Weird Science # 29.
No es pues extraño que su trabajo se haya apreciado tanto. Incluso bocetos sin terminar exigen miles de dólares. En junio de esta año su ilustración para Weird Science # 29 se vendió en USD $380,000 y en julio su Conan the Destroyer alcanzó los USD $1.5 millones, el precio más alto pagado hasta la fecha por una ilustración de este tipo (al fin de cuentas le dio el rostro más creíble a Conan). En una ocasión uno de sus clientes le inquirió que cuándo estaría listo el trabajo recién ordenado. "Hoy mismo", respondió Frazetta. Y lo estuvo esa noche. Trabajaba sin detenerse, tenía una enorme facilidad que empezó desde niño estimulada por su abuela quien le daba centavos por cada página que dibujaba. Cuando varios infartos le debilitaron la mano derecha, aprendió a pintar con la izquierda.

Se va Frazetta, uno de los últimos grandes, pero deja un legado impresionante y un embrujo que abrazó a otros de la talla de un Boris Vallejo, una Julie Bell, un Royo o incluso a los hermanos Hildebrandt. En Heavy Metal se ve cuán grande fue tal influjo y también en Avatar, algunos diseños de producción y situaciones me recordaron al estilo de este ilustrador. Con él, además, se va una era: la era del pincel, del caballete y el lienzo en la pintura comercial e incluso la del aerógrafo. Nos quedamos con los medios digitales, los ratones y las tablets. Los medios cambian, se hacen más ricos, más versátiles. Los creadores de la talla de Frazetta, en cambio y me lo temo, cada vez surgen menos en esta era del copy-paste, del posmodernismo, del mix y de la cita anónima.

Adiós a Frazetta, fragmento, foto intervenida por medios digitales. 9*18.5 pulgadas. klavaza, 2010. Todas las demás ilustraciones fueron tomadas del sitio Art History Archive.

Monday, August 16, 2010

Paulo Alvarado: sus 40 años en la música

"Les sanglots longs
Des violons
De l'automne
Blessent mon coeur
D'une langueur
Monotone".
Paul Verlaine, Chanson d'automne.

El sábado pasado en el Palacio Nacional de la Cultura tuvo lugar una fiesta para celebrar los 40 años que Paulo Alvarado le ha dedicado a la música. Es decir, toda su vida. Con un amplio espectro, compositor de rock, de clásico (o música académica, como le llaman ahora), de soundtracks y grande de ese instrumento esotérico, sensual y mágico, el violoncello, ha tenido una presencia muy notoria en la escena artística nacional, más allá de su participación en audiciones, conciertos o reuniones sociales. Su columna, Presto Non Troppo, por ejemplo, no sólo se limita a la crítica musical, también revela a un hombre muy entendido de su entorno, a un observador quien ha logrado aprehender la big picture como pocos otros.

Lo conocí hace décadas, cuando Alux Nahual hacía tronar a Guatemala, cuando Devo cantaba Freedom of Choice y el rock alternativo entraba con ímpetu al mainstream mundial. Platicar con él hoy es como levantar un velo tras otro de la historia de la música nacional, con velocidad casi electrónica salta de una era a otra, rememora personajes, maestros, conciertos y composiciones, cita sin error álbumes (algunos extintos para la memoria popular) y, sin embargo, no hay en él un anclaje hacia el pasado. Por el contrario, siempre busca la innovación y el progreso. Felicitaciones Paulo, por todos estos años, espero otras cuatro décadas más y, como dicen británicos y gringos, and beyond.

La celebración por supuesto giró en torno a un concierto de música suya inspirada en 40 textos escritos por similar número de autores. Yo entre ellos. El mío, lo reproduzco acá y espero verlo pronto en ese libro-objeto que sería, sin duda, un homenaje de mayor permanencia.
Haec tibi omnia dabo...”
(“-Todo esto será tuyo si postrado me adorases-”)

Si Cristo no tenía mucho en el desierto, apenas empezaba su ayuno y ya las tentaciones, las hermosas tentaciones mundanas, se arremolinaban para impedirle la marcha, entonces, ¿qué podría tentar a un músico del siglo XXI tras 40 años de tropelar oídos, orquestas, cuerdas, estudios, y de ver su obra publicada, aceptada, deseada? ¿Bellas mujeres, fama, fortuna, un Stradivarius o la trascendencia de su obra? ¿Llegar a ser maestro de todas las técnicas, dominar a todo instrumento que le apetezca, tener en la punta de los dedos  armonías y ritmos, transportar sin pensarlo dos veces o ser el mejor lector y virtuoso del mundo? No, ésas son ansias decimonónicas o de un Salieri hollywoodesco. Las tentaciones para este músico, tras 40 años de clamar en el desierto, quedaron atrás. El “sic transit gloria mundi” ya le es harto conocido, el destello de los escenarios se ha vuelto casi cotidiano y sabe que su obra quedará. Entonces, será tentado sólo por las más abstractas de las consideraciones musicales, por explorar, por llegar más allá y emprender la marcha de otros 40 años de fructífera carrera. Así espero que lo haga.
Imagen: klavaza, 2010.

Sunday, August 01, 2010

Foot worship

La chica se veía los pies fijamente, mientras jugueteaba con sus dedos, en una sala de espera del Edificio Multimédica. Su posición inclinada exageraba el escote de su top de tirantitos, bajaba la cintura de su pantalón de lona negro y dejaba ver un asomo de su cola de ballena: apenas una fina línea de encaje color champagne (que yo quise imaginar fabricado por La Perla). Los zapatos negros a un lado junto al bolso, los codos sobre los muslos. La cara entre sus manos cubiertas por su negro cabello tratado con chocolate, la falta de accesorios y la sala vacía, necesariamente llevaban la vista hasta sus pies: blancos, radiantes, sin maquillaje alguno.