Ya había posteado acerca de este tema, sin embargo, me veo en la penosa necesidad de hacerlo de nuevo.
En mi reciente viaje, cuando llegamos a Old Providence, mi compañero de habitación justificó tomar un libro con, "no puedo entrar al baño sin nada en las manos" y prosiguió, "mirá, soy estreñido y me tardo mucho".
En efecto, desapareció por un buen tiempo. Cuando salió me dijo, en tono de excusa, "se tapó fijate". Propuse llamar a recepción pero prefirió "ir a traer un palito", acción que se realizó de imediato. Una vez armado con el rudo instrumento se dio, sin que lo viera, a tan ardua tarea pero con un lamentable resultado. "Se salió todo", fue el anuncio final.
Para no alargar el cuento, la señora de recepción, una colombiana en extremo inteligente, se limitó a enviarnos un succionador, el cual resolvió el desperfecto. Luego, mi cuate procedió a limpiar el piso con una toalla y parte sin novedad. Unos minutos más tarde entré al baño. Al ver el piso nítido, pero todavía húmedo, preferí postergar el motivo de la ida.
Foto: Bar Industries.
4 comments:
Yo tengo el prejuicio de que los baños de hombres siempre son más sucios que los de mujeres. Ya sé, habrán sus raras excepciones, pero yo lo atribuyo a que los hombres comen cualquier cosa, y en cantidades exageradas, y como todo lo que entra tiene que salir, pues bueno, por eso se tapan los baños. Pero que historias más asquerosas.
¡Qué cuadro el que pintás!, me encanta y me recuerda a los hombres "ideales" de los años 50: burdos, ignorantes y hediondos a grasa. O, al menos, así los pintaban ciertos progrmas de tele. ¡Uy!, ya que decís que son historias asquerosas, de verás me siento culpable por publicar algo que debería ser secreto de género, jajajaja...
Estoy riendome de nuevo. Están graciosas las historias, un humor un poco sucio, pero eso no le quita lo asqueroso. Esto me recuerda las múltiples historias que mi papá (médico) cuenta justo cuando estamos comiendo, sobre las heridas sucias, pies cochinos, y bueno, también sobre las distintas composiciones que pueden tener las cagadas. Por esa práctica tengo buen aguante para esas cosas, pero te repito, eso no le quita lo cochino.
Saludos
Lo lamento, todavía me queda en el tintero otra historia inmunda... la publicaré luego. Un saludo, marielos.
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