Friday, June 01, 2007

El triste fin de Fred

Phil Blissitt, según declaró al Anniston Star, compró a un cerdito de cuatro meses en 2002 como regalo de Navidad para su esposa, Rhonda. Jamás imaginó cuán grande sería, porque llegó a pesar 1,051 libras. Apodado Hogzilla 2 (por otro cerdo gigante, muerto en Georgia) sin duda fue un verdadero monstruo de circo. Por desgracia el matrimonio Blissit decidió vender a Fred, su verdadero nombre, a la Lost Creek Plantation, una finca de Alabama reservada para la caza, donde no tardó siquiera dos días vivo: Jamison Stone, de 11 años de edad, lo persiguió junto con su padre hasta matarlo con 12 tiros de pistola calibre .50, el 3 de mayo pasado. "Creímos que era un cerdo salvaje y lo cazamos", fue su justificación.
Foto: Washington Post y
AP Photo/The Anniston Star, Stephen Gross.

2 comments:

Duffboy said...

O sea, como es salvaje hay que matarlo. A todo coche le llega su sábado, y a juzgar por lo chubby del niño, puede ser que el destino le depare un fin tipo Lord of the Flies, y le toque a él también.

klavaza said...

La Duquesa de Alba tenía un cerdito como mascota en una de sus fincas y se quejó, en una entrevista de tu revista favorita, la Hola, que sus mozos se lo comieron. Ni modo, ¿a quién vas a convencer de que un simple cerdo tiene derechos?