+++ In Memoriam +++

Imágenes: Wikipedia: Gorf, Midway, 1981; Gyruss, Konami, 1983; Sinistar, Williams, 1982; mosaico en homenaje a un soldado de Space Invaders erigido en Avignon, Francia, tomado el 20022005, autor desconocido; dos soldados de la segunda fila del mismo juego, Taito, 1978.

Pocos juegos de arcade fueron tan buenos para mí como Gorf. Poco, o nada, jugué Sinistar, pero me gustaba ver cómo lo hacían otros. Space Invaders fue mi favorito unos meses, mas me sirvió como portal para este submundo. En cambio, Gyruss era mi coto de caza, llegué a sumar más de un millón de puntos en una sola noche (la máquina reseteaba en 99,999, así que llevé la suma a mano). Después de esa noche me echaron del arcade, alegando que no era negocio para ellos por los GTQ0.025 que costaba jugar, en vistas de que yo pasaba horas ahí metido (esa era la boquita nocturna, después de estar frente a la pantalla de un IBM S/23, en Gillette, durante horas todos los días).

Como insistí en seguir jugando, la dependienta nocturna me amenazó: "¡Mire, si sigue chingando, de una vez le advierto, mi marido es judicial, y se lo va a llevar la gran puta!, ¡nunca regrese! Así lo hice, hasta que la Madre de Todas las Máquinas le habló al dueño del arcade, don Mario, y pude seguir. Así, por cierto, apodábamos a una señora en ese entonces ya cuarentona, cuata del grupo que llegaba conmigo y también dependienta.
A José Antonio Chajón, fan del Gorf, gurú de sus entrañas y su sacerdote, como pocos.