Monday, April 27, 2009

Iron Maiden: Flight 666

No soy hardcore fan de los Maiden, pero admiro su persistencia y su respeto a la creatividad artística y por no doblegarse a los intereses de las perras que manejan la industria musical. Y les ha pagado, han vendido unos 70 millones de álbumes desde su fundación. Pero su estética tan fea, incluida su mascota, Eddie o Ed, me han alejado un tanto de seguirlos. A pesar de eso, Rhyme of the Ancient Mariner, con textos tomados del poema de Samuel Taylor Coleridge, es imposible de ignorar en la historia del Rock.

Flight 666 es una crónica destino a destino de la gira de 2008 de los Maiden, en un recorrido de unos 70,000 kilómetros. En 45 días ofrecieron 23 conciertos en 4 continentes. Tal logro fue posible por medio de una cuidadosa planificación logística, que incluyó llevar a equipo, banda y personal en un Boeing 757, el Ed Force One, pilotado por el vocalista de la banda, Bruce Dickinson.

La documental tiene notas humorísticas, como cuando una controladora aérea le dice al capitán, "Ok Flight 666, prepare to depart from...". También conmueve cuando un fan de Colombia llora en una catársis que lo lleva a elevar la mirada al cielo y a persignarse, como para agradecer haber estado en el concierto, y asombra, al saber que en Brasil hay una iglesia, con todo y pastor, que rinde culto a la banda. Sin embargo, es más que una simple crónica rockera: es la vista panorámica del estado del metal hoy y de su posible futuro.

Dickinson le responde a un periodista pendejo, cuando lo entrevista sobre la gira implicando si no será que los Maiden se quedaron cantando los éxitos de siempre: "No somos fósiles arrastrando nuestros éxitos, queremos llevarlos a un público joven, para que los conozca". Palabras clave, porque denotan a un grupo de entrepeneurs, de gente que sabe dónde está parada, con casi nada de drogas, poco licor y sí, mucho rock y afán de logro. Un cuadro nada parecido a los estereotipos que se manejan usualmente cuando de este género musical se trata.

Un concierto tras otro, las mismas escenas, ciertos roces entre los integrantes del equipo, bla, bla, bla, eran de esperarse. Pero tanta juventud, desde niños a adolescentes, pasando por padres con sus hijos y a ciertos abuelos, como un público metalero globalizado, eso sí ya no es tan típico y demuestra, de una vez por todas, que el metal clásico sigue vivito, coleando y despertando la ira de ciertos conservadores, el odio de religiosos y el recelo de las autoridades (véase su paso por la militarizada Colombia).

El equipo de filmación canadiense, dirigido por Sam Dunn, músico y antropólogo, y Scot McFadyen, director de cine y teatrista (también creadores de las documentales Global Metal y Metal, a Headganger's Journey), logra muy buenas tomas en los conciertos, las típicas, pero aún mejores tras bambalinas con un balance entre el tiempo dedicado a los conciertos versus las reacciones del público y las filmaciones de lo sucedido durante los vuelos, estadías en hoteles y en otros lugares. Por cierto, Dunn obtuvo su maestría en Antropología con una tesis sobre los refugiados de guerra guatemaltecos, en la Universidad de Victoria.

Si aman al metal, es de oficio verla; si lo odian, también, y si les es indiferente véan Flight 666 como a una parte de la historia de la música. ¿Quién sabe? De pronto y hasta podrían terminar simpatizando con los Maiden, como me sucede ahora a mí.

3 comments:

David Lepe said...

A mí me reconquistaron esos maestros. El documental es excelente. Logra capturar lo mejor de los integrantes de la banda, del público y de las curiosidades.

klavaza said...

Te la gozaste, se ve en tu post correspondiente.

NotungWulf said...

¡¿Estética tan fea?! xD Maiden es uno de mis grupos favoritos y aunque el último disco no me convence demasiado, el concierto de este dvd no deja nada que desear.