Saturday, March 13, 2010

El llamado del Metal o por qué no fui al concierto de Metallica


"Yo nunca había estado en un concierto como ese; la verdad, estuvo bien kalidation Lic.", me dijo un compañero piloto de Iepades a quien invitaron al concierto de Metallica. Fue un evento histórico, los posts en la Red, los comentarios de viva voz y las publicaciones de prensa así lo atestiguaron. Hubo exaltación (El Aguafiestas), satisfacción (En la mitad de la vida, pero posteado en FB) y conmoción (un cuate postearía después en FaceBook que Nothing Else Matters lo hizo llorar, que esa canción ha impedido su ejecución del Tercer Acto en más de alguna vez).

En mi caso, sucede que nunca he sido fan de congregarme para nada, perdí la fe en Metallica desde los días de su suplicante lucha contra Napster y a pesar de tener reservado un boleto, rajé a última hora. Mientras el mundo conocido celebraba en el Estadio, yo apagué mi compu y fuyí a mi casa cual si fuera un cobarde. No eran todavía las nueve de la noche cuando entró la primera llamada, de El Hijo de Pooh, para contarme cómo estaba el ambiente. No taradaron en arribar más, casi 20 en total. Una, la segunda, fue la más significativa. La voz de un hombre borracho, garrasposa, me reclamó impasible, "¿verdad mierda que no vas a venir al concierto?". "Fijate", quise razonar, "que no será posible porque...". "Porque ni mierda, cerote, hijo de la gran puta". Y colgó. Dos o tres chavas también llamaron, dijeron que las chelas estaban buenísimas y que el concierto las había llevado al orgasmo, pero eso fue después, más allá de la media noche.

Por fin lograron hacerme sentir alienado, el distinto, el malquerido, el traidor al grupo. Pero pronto, el cuero de danta llegó a mis espaldas y los escalofriantes accesos de culpa desaparecieron. En mi trabajo también fui blanco de rudas bromas, la factura pagada por haber sido prepotente y fanfarrón. La verdad dudé hasta casi el último momento, sobre si iba o no. La balanza se movía de un lado a otro, como cuando se pesan adarmes o tomines. Hasta que el susurro de un ángel me hizo quedarme sólo otra vez.

¿A cuántos conciertos de música popular he asistido en mi vida? A cuatro, si conté bien: el primero cuando todavía estaba en la primaria; el segundo imposible de confesar; el tercero fue el de Sepultura y el cuarto, de Plastilina Mosh. Amen. Exleunt.

11 comments:

Anonymous said...

Espero que yo no sea el hijo de Pooh hahahaha. No lo tomés a mal. Tal vez no te gusta mucho Metallica. Ahora si te gusta y no fuiste teniendo la oportunidad, pues sos algo sadomasoquista. Aunque pudiera ser que no te gusten las aglomeraciones (a mi tampoco) por eso fui a palco, de lo cual me arrepiento porque en el vip estaba lo bueno.

Renato

David Lepe said...

Primero: Me hubiera gustado comentar el concierto por los años de los años...
Segundo: Me levita tu humildad.
Tercero: sacudámonos las manos y cambiemos la página.

J M said...

ok, copiado. Me disculpo por las bromas pesadas... pero el concierto estuvo BUENÍSIMO!!!!

klavaza said...

Saber que estuvo buenísimo duele vos!

Duffboy said...

Jajaja. Tu cita clásica: "La vida es dura". Con eso basta.

Duffboy said...

No... no basta. Que hayás puesto el video de Nothing Else Matters me deja pensando que pudo más tu resistencia: tu rockero interno sabe de tu error. Tendrás tiempo para lamentarlo.

Anonymous said...

y por qué no dijiste eso desde el principio! Fanfarrón, jajajaja, d todos modos t felicito, mucha gente llegó x ir, sin fe, fresitas vestidos de rockers solo para llamar la atención, me alegra q no hayas sido otro más. Salut, Ma. Reneé

klavaza said...

María René: O sea que yo soy un fresita más? No vos, yo sí soy rockero de verdad, de hígado y corazón y también de cabeza. Pero mis conflictos históricos con Metallica, por lo de Napster, y mi abominación de la burucas de gente, más el lladado del Ángel Guardián, me hicieron dudar y dar la espalda al histórico evento.

Miss Trudy said...

La vida es demasiado corta para hacer algo que uno no tiene realmente ganas de hacer, y menos necesidad. Si no querias ir, has hecho bien en no ir, y no le debes explicaciones a nadie. Yo también me rajé al final, creéme que hubimos algunos cuantos.

JAD said...

jajaja muy buen post yo si se quien era el hijo de pooh y no era en ese sentido jjaja.

La verdad por lo de napster no los perdonaba pero estuvo muy bueno el concierto.

La vida es dura don leon jajaja

ángel lópez santizo said...

Bueno, lo que sucede es que querrás o no, sos metalero, y este grupo hace muuucho que dejó de ser metal, para pasar a ser un producto más del mercado, que encaja perfectamente con la caterva de elementos ajenos al metal que esa noche llenaron el estadio, puede suceder que si hubieras ido de pronto y te hubieras sentido peor, yo por mi parte ya desde hacía días me hallaba empachado de tanto brocha, ratero, poser y similares con sus playeritas de la dichosa agrupación por todos lados...