Próximo poemario de Duff Man

Es todo un privilegio tener en mis manos con tanto adelanto una de las futuras formas de la literatura erótica. Si Pierre Louÿs en su narrativa fatigaba largas listas de posibilidades, como si de una especie de cálculo de la sexualidad se tratase, Duff Man extrema la síntesis hasta alcanzar, con palabras normales, la quitaescencia de los fuegos que arden dentro de nosotros, desde la adolescencia hasta el final de nuestras vidas, con sus celos imperiosos, plenos de miedo, o sus deleites instantáneos, esos que no nos dejan nada. Con un ojo de hombre y otro dedicado a la psique más profunda de la mujer, alejado por completo de las conclusiones de un Desmond Morris, pero cercano cómplice de un Sade o un Sacher-Masoch, Duff Man nos hunde sin piedad en un erotismo de belleza lírica, débil piel que cubre una crudeza fascinante que las ilustraciones de Introspección Chapina convierten en escalofriantes estímulos 2D, capaces de obligar a la imaginación a poner un resto que el poeta no canta, ni el dibujante consigna, porque es, en efecto, el que surgiría de nuestros propios abismos si liberásemos las cadenas que atan nuestros propios demonios, para que no nos hagan sentir vergüenza.
Este atisbo corresponde a un manuscrito inédito, espérenlo, disfruten la espera, hasta que llegue a sus manos.