Siempre estabas sonriente conmigo y me encantaba platicar contigo, aunque fuera por minutos mientras buscabas un libro, atendías la caja o te levantabas de la mesa desde la cual dirigías grupos de lectura.
Me encantaba hacerlo sobre textos y también cuando me recomendabas algunos, como cierta edición del Portrait of the Artist as a Young Man, de Joyce (me quedé con ella y tenías razón, la disfruté línea línea). A veces incendiabas mi entusiasmo. Por ejemplo cuando me dijiste que esa edición del Amadís de Gaula la habías pedido porque "son obras maestras de la literatura vos, y es bueno que las conozca la gente". Ni que decir de tu grandiosa recomendación, Taking the Red Pill: Science, Philosophy and Religion in The Matrix, inolvidable.
No sé cómo aguantabas mis impertinencias, como los meses que te perseguí para conseguir el Diccionario de Mitos y Símbolos del Nazismo, de Rosa Sala Rose, o la Historia de Roma, de Momsen (aún pendiente, te cuento), cuya lectura tanto me recomendaba mi padre. Tampoco por qué tolerabas cuando te hostigaba con temas, autores o libros insulsos o desagradables para tí (como decimos en buen chapín, por chingar).
Siempre te visualizaba, cuando mayor, como a una académica importante, tal vez de la Royal Academy (la RAE, le digo así también por chingar), tal vez decana de letras en una universidad, cargada de posgrados. Y tenía mis razones, tu entusiasmo por las letras, por saber, por estudiarlas, por seguir un método, era envidiable. Escorpiona, al fin y al cabo.
Ahora, sin remedio, tendré siempre conmigo tu retrato como acedémica en potencia. Llegó Pascual y truncó tus sueños. No le puedo reclamar, pero a cambio estarás en mis recuerdos, como ejemplo de cuál es la ruta a seguir cuando a uno le apasionan el arte y las letras. Feliz viaje, hasta a esa tierra en donde, espero, tu destino sea la biblioteca infinita de Borges.
Imagen: Clubes de Lectura Sophos.
7 comments:
Qué buen texto León, lindo homenaje a la amiga en común de esta generación...
Lindo León, bonita forma de pensar en estos momentos en ella, es cierto, su sonrisa invitaba a platicar y al platicar un aprendía mucho.
lindas palabras que me describieron a alguien que no conocí y que al leer me pareció tan familiar.
Gracias por sus palabras, a Gaby la veía sólo en Sophos y lo que más me gustaba de ella era cuánto le gustaba la literatura. Nunca recuerdo haber hablado con ella de artistas de cine, moda o noticias del día.
Al final, el dolor será vitalidad. LA LEY. Lindo texto, seguro le gustará.
Muchas gracias Duff, muchas gracias.
No lo sabia...lo siento mucho!!!!
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