Julio Hernández Cordón presenta por medio de la adolescencia clasemediera un retrato de la cultura chapina. Tres chicos (José Andrés Chamier, Carlos Dardón y José Jacome) quieren llegar al puerto. Para lograrlo todo se vale: robar gasolina, seguir la marcha a pesar de las peores atrocidades, vender objetos robados, estafar, pedir prestado lo que no podrán nunca pagar, mentir.
Su vocabulario es reflejo de una cultura analfabeta. Sus actitudes, todo vale todo es burla, denotan nuestra falta de anclaje histórico y a un futuro poco prometedor. Su mundillo no va más allás de un reducido círculo de amigos y familiares, todos disfuncionales. Y, como sucede en la realidad, padecen de un gregarismo enfermizo y dependiente, incapaz de reconocer una pizca de afecto. Así, la única forma de felicitarse en por medio de caricias negativas expresadas como insultos, golpes, desprecios y despechos.
Para subrayar esa vida gris estimulada a base de destellos dolorosos, recibidos o inflingidos, Hernández filmó de noche. Pero no a las típicas escenas de edificios encendidos con luces incandecentes. No señor: su diseño de producción presenta a una capital fea, sucia, en lugares de lo más común, en donde, en suma, vive la gente en general. Hay pocas sonrisas en el filme, simple y sencillemte porque en Guatemala realmente hay pocos motivos para hacerlo.
La relación adulto-patojos está casi ausente con excepción de un par de viejos y viejas cuyos papeles insisten en que, desde el punto de vista juvenil hubiese sido mejor no contar con ellos. El rol de la mujer es mínimo: sirve para pedirle, cogerla, dejarla embarazada y huir con la complicidad hasta del hermano de la agraviada, porque es cuate y, como tal, se le debe sostener la lealtad y el primus inter pares propios de machos de la especie.
Los adultos sólo sirven en la lica para dar dinero, enseñar violencia o para restringir, prohibir, castigar. No se puede dialogar con ellos. No intentan entender a los más jóvenes, ni éstos serían capaces de escucharlos. Me imagino que por limitaciones de dinero la pista musical es mínima. Cuánto que mejor, porque la falta de música enfatiza la atemporalidad del filme.
Sólo en un momento supe que se trataba de casi niños aún capaces de ilusionarse: dentro de su vetusto carro, viejo y destartalado pero Volvo al fin, los tres, amantes de la aeronáutica, se sienten pilotos y sueñan con serlo. Un segundo, nada más, en una cultura que estimula el crecimiento rápido y dejar atrás a la niñez lo antes posible.
Tal vez el anticlimax del filme dirían los gringos, es la forma tan brutal como simboliza nuestra incapacidad para dejar atras al racismo, al clasismo y a la violencia, como medios para defender o encubrir nuestros propios errores. No veo limitaciones notorias del director, tampoco de los actores, en especial me gustó como Jacome representa a un cuadro asmático en vías de empeorar.
La lica no es perfecta, como lica, pero como un cuadro subjetivo pintado a base de metáforas alcanza niveles de arte. Hernández se regodea, eso sí, espetándonos a la cara nuestras limitaciones, carencias, fundamentalismos y estupidez en el marco de una estética feísta, narrada con cadencia lenta que retrata a una cultura y un entorno fatalistas, sin redención ni esperanza.
Imágen: Xoomer, IMDb.
8 comments:
Puchis vos, hoy si me impresionaste con tu comentario. Muy bien. Creo que los guatemaltecos no estamo acostumbrados a vernos en la pantalla, y nos asusta nuestra fea realidad. Me alegra mucho que no sea la típica película "picaresca" (por no decir chusca) que quiera hacer reír, ni la imitación pobre de alguna comedia romántica, ni una tipo promocional del INGUAT.
buenísimo su comentario León, coincido con Jessica y bueno de Julio no esperaba menos, ya en sus cortos había mostrado arte, creatividad y mucho talento.
elpelavergista: es muy interesante como a algunos gutemaltecos les puede irritar ver en la pantalla grande, el ver plasmado nuestros diferentes acentos, modismos y nuestro lenguaje común y vulgar. Lamentablemente estamos tan acostumbrados a vernos reflejados en el cine mexicano, argentino, no digamos el gringo. Cuando oimos hablar a un chapin en la tv, decimos -a.. un chapín-, luego... cambiamos de canal.
Es increible lo que nos odiamos y lo que nos respulsa vernos a nosotros mismos en la cruda realidad que contiene este magnífico film (dejando al lado algún error que se perdona, como el buen culo de una fea).
Esto contiene gasolina, la cruda realidad de nosotros, no queda otra que hacerle huevos mucha y acostumbrarnos a nuestro acento y nuestra vida tan pura mierda y el final igual, de pura mierda que nos espera con la forma de pensar de la mara en nuestro país. LA JUVENTUD ESTA PISADA, en su mayoría y nosotros no hacemos ni mierda por echarles una mano y no con maquillajes huecos que al final sólo son una mentira. Gasolina refleja esa realidad. Amén.
Klavaza, no me queda otra que decirte que qué chilera te quedo esta mierda vos. Buena crítica, y lo interesante es que fuiste muy franco y sincero, escupiste a la cara lo que en realidad son todas la mierdas de los chapines, A ACOSTUMBRARNOS TODOS A OIRNOS BIEN, PORQUE DEBEN SEGUIR LOS FILMES BASADOS EN NUESTRA MIERDA REALIDAD y toda nuestra KK. Lo bueno es que con esto ojala se nos quite el copiarle a los acentos a los mexicanos, colombianos, y toda la mierda gringa que tanto queremos copiar y que solamente nos hacen ver como unos alienados estúpidos.
Me gustó tu reseña compañero. Lo de la mujer, no me había dado cuenta, está genial.
Definitivamente Gasolina marcará un antes y un después en el cine guatemalteco. La actuación de Danery Gudiel, como el vecino con retraso mental, es también memorable. Saludazos man.
q buena crítica lastima q no la publiques en otro medio...
JM: Así es, nos falta saer objetivos para sabernos ver.
Claudia: Gracias por el comentario en realidad, sí, la peli tiene mucha creatividad.
Anonymous: Gracias por el comment. Más, es un análisis que un comment, bien pensado y bien dicho.
Aguafiestas: Cabal, el papel de la mujer es por ausencia, no por presencia, sin embargo, así sucede en la vida de muchos chavos. No se dan cuenta de que su madre es mujer.
Duff: Yo también la considero un parteaguas en el cine chapín.
Adriana: Ala vos, de verás ya solo con el blog me basta. Pero me alegra de que me lean los que me tienen que leer.
Una muy buena reseña. Seria muy interesante ver el filme y vernos en algunos reflejos.
Un abrazo
Post a Comment