Guatemala es la little country of horrors. Ya nadie se sorprende por asesinatos, robos, clonación de tarjetas, prostitución infantil, falta de ética, abuso y corrupción gubernamentales o policiacas. Todo es normal en este país de las antimaravillas. Claro, debiesemos cambiar este rumbo, no, revertir esta caída planar que como dijo alguna vez el difunto Edgar Morales (aunque se refería a un amor imposible), "sólo nos llevará al caos, la locura y tal vez la muerte". El estado de anarquía es tal, que todo se presta a dobles interpretaciones. Por ejemplo, el caso de Alejandro Giammattei. Es obvio, se trata de un encarcelamiento con dedicatoria política. Otro, la transferencia de fondos del Ministerio de Educación a Mi Familia Progresa, también obvia plataforma oportunista de la actual administración de turno para intentar perpertuarse en el poder. Pero la muerte del activista cultural, Leonardo Lisandro Guarcax toca ciertas cuerdas temibles porque, según ciertas interpretaciones (he ahí lo malo, no creo que se llegue más allá, como en el caso de los Mussa), podría tratarse de la punta de un témpano de intolerancia religiosa o de ataque frontal a la cultura maya. Bien sabido es que muchos grupos cristianos en el interior padecen de un fundamentalismo espantoso, nada raro en un país desinformado, analfabeta y encima ananumérico: cualquier información que no coincida con sus creencias provendría de Satán (el caso de la radio que incitó el ataque contra la turista canadiense en Huehuetenango) o de grupos en los cuales el racismo es rampante (en pleno siglo XXI, aun vivimos en la Edad Media). Espero que no haya sido así, además quiero creer en la eficacia de las autoridades correspondientes para esclarecer el caso. Claro que sí, por supuesto. Mientras, seguiré obsesionado con la Gallina Ciega, como lo postée en FaceBook, porque ya no basta con hundirse en la ficción, ni vivir bien a verga como declaraba Miguel Ángel Asturias, no. La realidad chapina causa un dolor tan lacerante, que ya no hay anestésico ni pain killer capaces de calmarlo.
2 comments:
estamos pasando duros tiempos, y para pararlos necesitamos de planes a largo plazo, así que nos toca aguantar un cacho más.
Me gusta tu comentario, con ánimos de salir adelante porque ya me estoy empezando a alarmar de oír a tanta mara decir que se quieren ir del pais. Aún a pesar de todo, creo que se resolverán los principales problemas.
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