La chica se veía los pies fijamente, mientras jugueteaba con sus dedos, en una sala de espera del Edificio Multimédica. Su posición inclinada exageraba el escote de su top de tirantitos, bajaba la cintura de su pantalón de lona negro y dejaba ver un asomo de su cola de ballena: apenas una fina línea de encaje color champagne (que yo quise imaginar fabricado por La Perla). Los zapatos negros a un lado junto al bolso, los codos sobre los muslos. La cara entre sus manos cubiertas por su negro cabello tratado con chocolate, la falta de accesorios y la sala vacía, necesariamente llevaban la vista hasta sus pies: blancos, radiantes, sin maquillaje alguno.
6 comments:
Ufff, vaya imagen más suculenta!
Me alegra que te gustara, se ve que tenés buen gusto!
Fetichista, como siempre genial. Salut, Ma. Reneé
Gracias vos!
Yo creo que los fetichistas del pie estamos verdaderamente enfermos, obsesionados... en fin, hay cosas peores.. pero bueno... lo hacemos porque nos gusta... aunque nos hagaa sufrir... el que mira es el que sufre.. sobre todo en verano cuando las chicas llevan los pies desnudos... Vale.
Es sólo una fijación, nada más. Me hubiera gustado saber que pensaría Kraft-Ebbing de este fetiche! Gracias por el comentario BukiBurroughs.
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