Cloverfield

Nada como una película de monstruos para escaparse de la realidad. Después de todo el hype producido por la propaganda viral que antecedió a esta producción, por fin la vi en una sala de cine. Conclusión: excelente. Ni me produjo mareos, como me habían advertido; ni deja de verse la criatura, la cual, por cierto, es muy repugnante, como lo son sus acompañantes, sus hijos o sus minions. Para sentir todo el trancazo de este lío que toma la cámara alzada de The Blair Witch Project y la bestialidad de Gojira, véanla en el cine. Si no, pues no se la pierdan aunque sea desde la comodidad de sus camas. Y no solo van a disfrutar del terror sino de los chambres que se suceden en una fiesta en honor de un chavo gringo que sale para Japón: que si la fulanita se acostó con el menganito y que si el cámara es un chambroso, en fin, buenísima. Además tiene un final sorprendente y gracias a un argumento minimalista, no pierde el tiempo en intentar explicar de dónde salió el engendro, del cual podría saberse más si filman una segunda parte.
Producción de J.J. Abrams (Lost) dirigida por Martt Reeves con actuaciones de Lizzy Caplan, Jessica Lucas, T. J. Miller, Michael Stahl-David y Mike Vogel, 2008.
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