Había escuchado al historia de una señora quien al volver a Guatemala se encontró con que el vista de Aduanas le imponía un impuesto exorbitante a un par de botellas de whisky que traía consigo. Pues simple, la señora fue a un baño del aeropuerto, las vació allí, y las dejó sobre el mostrador del vista, vacías. Estuvo mejor la solución que encontró un ciudadano alemán cuando le prohibieron continuar su viaje con una botella de vodka. Resulta que por las nuevas regulaciones tenía que dejarla o pagar una suma para marcarle su equipaje. Con tal de no pagar, asumo por codo, se tragó el litro de vodka de un solo golpe. Cayó al suelo inconsiente. Un médico llamado a examinarlo determinó que podría sufrir una intoxicación mortal y lo mandó al hospital.
Fuente: Yahoo! News. Imagen: Altitude Spirits.
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