Gatos fluorescentes

A la colección de fauna transgénica que empieza a infestar al mundo se suman estos gatos, de casi 1 año de edad, que fluorescen cuando se exponen a luz ultravioleta. Son el resultado de las investigaciones de la Universidad Nacional Gyeongsang, de Corea.

Por otra parte los intentos por comercializar a criaturas similares han fracasado hasta ahora. Genetic Savings & Clone cerró sus puertas a pesar de que cada mascota clonada que vendía costaba de USD $32,000 a USD $50,000 (todavía se pueden almacenar en una cámara criogénica por USD $1,500 y gatos hipoalergénicos cuestan de USD $6,000 a USD $28,000). En 2004 California prohibió la venta de peces de acuario fluorescentes que se ofrecían como la primera mascota transgénica.

Los angoras turcos blancos de la foto fueron modificados por medio de genes de una proteína fluorescente para, dicen los científicos, ayudar a identificar el progreso de unas 250 enfermedades genéticas. Ya antes británicos y taiwaneses experimentaron con cerdos modificados con genes de anémonas, que también brillaban en la oscuridad.

También esta semana investigadores de la Universidad de Tokyo revelaron a un ratón modificado para eliminar sus sensores olfativos especializados para detectar gatos, vitales para su sobrevivencia. El roedor se paseaba sobre el minino como Pedro por su casa. Críticos, tanto en Japón como en Corea, expresaron dudas respecto a la autenticidad de los resultados, así como sobre las intenciones de los experimentadores. Muy a mi pesar, debo reconocer, sería interesante modificar a ciertas plagas, como cucas o moscas, para esterilizarlas o volverlas gays, tal vez así no se reproducirían como lo hacen.

Algo de ciencia ficción hay en estas cosas, como con la famosa bomba rosada, o pink bomb, que se dice desarrollaba el Departamento de la Defensa de Estados Unidos, cuyo efecto era convertir a los soldados enemigos en gays, provocándoles un intenso deseo sexual por los demás, dejándalos incapacitados para combatir.
Fuente: CNET. Fotos: Yahoo! News.