Más o menos así deletreo los años cuando los pienso. Para mí el veinte cero siete fue terrible porque se llevó a mi madre. Por eso me sería difícil ser objetivo con él. También trajo otras cosas malas, ninguna novedosa por cierto, como guerras, violencia callejera, delincuencia, aumento de la pobreza y la desesperanza de saberse en un mundo que en pleno siglo XXI aún nutre a la misoginia, el desprecio a los niños y a los ancianos, la crueldad contra los animales, el desarrollo de un armamento cada vez más letal y poderoso y el afán por riquiza desmedida y por ostentarla, ahora llamado bling. Espero que el veinte cero ocho nos dé razones para pensar que cada granito de arena que se ha ido colocando a lo largo de la historia, para mejorar, por fin se convierta en parte de un sólido ladrillo que sirva para edificar un mundo mejor para todos: humanos, entorno y demás seres vivos. ¿Una señal? Los japoneses por fin regresaron a puerto a su flota ballenera. Eso, y mie expo en enero pasado, son motivo de alegría. ¡Feliz Año Nuevo!Deseo dedicar este último post del veinte cero siete a la memoria de mi Madre, a quien tanto debo, y a mis lectores, en especial a las dos Claudias, a Chachi, a Chapolita, a Billy, a Luis Fernando, a los dos Sergios, a Alejandro, a Lucía, a Isa, a Lili, a Alejandra, a Juan Pablo, a Paula y a Adriana (y a otros, por si los pasé por alto). Nos seguiremos encontrando por aca.
Foto: Ballena jorobada según la NOAA/Jet Propulsion Laboratory, Nasa.























