Con
un estelar conjunto de algunos de los mejores creadores de la cultura
popular de Occidente: Enki Bilal, Philippe Druillet, H. R. Giger,
Alejandro Jodorowsky, Jim Lee, Stan Lee, Mike Mignola y Dan O'Bannon, el
director Hasko Baumann y la extraordinaria foto de Frederic Doss, la
documental Moebius Redux, a Life in Pictures, explora a uno de los
grandes de la ilustración, la novela gráfica y el cómic francés de los
siglos XX y XXI: Moebius. Y lo hace en forma contextual, con un retrato
del hombre algo puntilloso, pero preciso, asombrado y sin ambages. Es de
2007, él murió en 2012, sin embargo, para todo creador, ilustrador,
narrador o artista es de obligatorio visionado porque, además, documenta
su trayectoria desde sus tiempos cuando creaba cómics franceses del
Viejo Oeste, pasando por la revista (aún añorada por muchos) Métal
Hurlant (de la cual es heredera conceptual la revista Heavy Metal
Magazine, hasta sus extraordinarias colaboraciones con Stan Lee (Silver
Surfer) y algunos obsequios visuales (su versión de Wolverine, que es
incomparable), sin olvidar, por supuesto, su participación en la fallida
producción de la versión cinematográfica de Dune, de Jodorowsky, a
quien la documental le concede demasiado tiempo, suficiente para que
aprovechara a espetar frustraciones, incomprensión de la cultura popular
y alguno que otro opinionado concepto de sus elementales incursiones en
la psicología. Además, para quienes no conozcan mucho sobre el cómic
europeo, verla les dará una extraordinaria oportunidad, una clase
magistral introductoria al tema. Es altamente recomendada y no pasen por
alto que a los 29.03 minutos Moebius menciona a Guatemala (o al arte de
Guatemala, más bien). https://youtu.be/jNas99oEXBU
Saturday, July 17, 2021
Tuesday, June 30, 2020
Foto: www.bfi.org.uk |
Ray(mond) Frederick Harryhousen (1930 - 2013) dejó un sólido legado a la ficción cinematográfica, a la tecnología de animación stop motion y a la narrativa visual. Habitual su nombre y creaciones en la (original) revista Famous Monsters of Filmland, la de Forry J Ackermann, descubrimos su trabajo en su genial Jasón y los Argonautas (que vimos en el ya entonces infame Cine París, después Cine 6a. Avenida). La impresión del combate del héroe contra siete guerreros en huesos resultó imborrable. Tanto que, a la fecha, grandes, desde Steven Spielberg a Joe Dante, de Tim Burton a Guillermo del Toro y George Lucas hay caído rendidos ante su magistral Dynamation. ¡Feliz céntesimo Ray Harryhousen!
Sunday, May 10, 2020
Furie
(Foto: IMDb, 2019). |
"El infierno no conoce la furia de una mujer despechada", reza el dicho, menos el de una madre enardecida por el secuestro de su hija. El director vietnamita Lê Văn Kiệt toma el kernel de Taken y lo renueva con la actuación de Van Veronica Ngo (quien también representó a Paige Pico en Star Wars Episodio 8) en una cinta de acción brutal, sin extremo gore, con extraordinarias coreografías marciales (tan apreciadas por el doctor Craig D. Reid, en la Revista Black Belt), que incluso hace que la cámara se involucre como parte de la acción, para capturar las extraordinarias habilidades de la actriz, así como de la jefa de la banda de traficantes de menores, actuada por Tran Thanh Hoa.
Persecuciones creativas e incesantes, una secuencia realista de los hechos y un viaje aluciante por los callejones y peores recovecos de Ho Chi Minh City, con un diseño de producción muy bien cuidado y una pista musical anodina, pero que no deja de ser efctiva, así como combates claustrofóbicos, dados en lugares encerrados y un sorpresivo final hacen de Furie, la primera producción vietnamita que se estrenó oficialmente en Estados Unidos (2019), una excelente opción para ver en el Día de la Madre. Además, así recordar que lo mejor para vivir con tranquilidad es no tocarle las intimidades a una madre, y menos a uno de sus hijos.
Monday, May 04, 2020
De la Madre Rusia de los años 50: Matemáticas, su contenido, métodos y significado
Foto: klavaza cc 2020. |
¡Encontrado! Mientras buscaba desesperadamente a mis reglas de cálculo de antaño, este magnífico trabajo apareció de la nada. En tres libros, el conjunto, con la contribución de más de 18 matemáticos soviéticos, ofrece un amplio panorama que va desde la geometría analítica, pasando por las matemáticas y las computadoras, hasta la geometría, la topología y los grupos no euclidianos. Todo desde el punto de vista de las entrañas profundas de la Academia Soviética de la década de 1950. No conozco el original ruso, pero en esta traducción hay poca o ninguna atención a la doctrina política prevaleciente en ese momento en la Madre Rusia. ¡Amo mucho este trabajo! Es el tipo de libros que ciertas universidades envían a la basura, porque consideran que sus contenidos son obsoletos. ¡Perfecto! ¡La pérdida de unos es la ganancia de otros! En aquellos buenos tiempos editoriales esta edición de bolsillo se vendió por US$10.
Los editores consideraban que basta con saber matemáticas a nivel secundario para comprender el contenido a cabalidad. Tal vez, para el nivel educativo de aquellos tiempos, para los que corren ahora entiendo que debe ser más alto por el grado de abstracción de algunas de las notas. La obra, en general, es magnífica. Sin embargo, los contenidos a veces no son del todo coherentes los unos con los otros, dado que se trata de un compendio escrito por muchos autores pero, en ningún momento se convierte en un logogrifo matemático, como calificó a otra obra el príncipe Matila Costiescu Ghyka.
A. D. Aleksandrov, A. N. Kolmogorov, M. A, Lavrent'ev, editores, et al .: Matemáticas, sus contenidos, métodos y significado. CCCP, Moskba, 1956. American Mathematical Society, 1963. MIT Press, 1969. 1142p. La versión en español es de Alianza Editorial en cubierta dura, de 2014 con 1219 págs.
Sunday, April 12, 2020
Héctor Roberto Rosada Granados (1942 - 2020)
Héctor Roberto Rosada Granados, Reuters, 1994. |
El V:.y:.Q:.H:. Héctor Roberto Rosada Granados deja una impronta de honda huella, habiendo cumplido su misión como observador imparcial de la convulsa realidad de Guatemala. Poseedor de una larga trayectoria académica, negociador de la paz, agudo analista enfocado en la realidad y buceador incansable en las aguas profundas de la sociología -ciencia que su fue Leitmotiv, fue pionero en investigar al Ejército desde una mira científico-social. Y más, era un hombre multifacético y un buscador, más allá de la superficie bruta de la piedra que es el ser humano.
Fue mi profesor en el Liceo Guatemala y no tardamos en hacernos amigos. Una amistad hilada por un continuo interés en ese otro lado de la realidad que no todos pueden ver. No fue una amistad de mutuas visitas, encuentros o intercambios. Fue, más bien, una sutil correspondencia de ideas, ideales y búsquedas para encontrar una respuesta que le diera sentido trascendente al aparente caos que podemos apreciar. Al final, me temo que el dios de Spinoza, el demiurgo YALDABAOTh, o el dios que Juan Pablo I consideró como padre y madre al mismo tiempo se quedaron en la canasta de nuestras inquisiciones, así como evaluar cuán cierto podría ser que vivimos en una vil simulación informática, mal hecha por cierto, como lo han sugerido algunos scholars (Bostrom) de la University of Oxford.
Según cuentan los hombres dignos de fe, por él culminé mis estudios en el Liceo Guatemala. Me refirieron que el entonces director, Maximiliano Mediavilla Molera, convocó a reunión al claustro de profesores para que decidiese si yo u otro compañero, a la sazón mi mejor amigo, sería expulsado del colegio. Eramos consensualmente considerados una plaga, y según el director cercenando un miembro del binomio, el que se quedase entraría por el aro, al verse sin apoyo.
Héctor me defendió durante la reunión y no se llegaba a una decisión, pasó el tiempo y otros profesores empezaron a ladrar que debían ir a casa. Finalmente, el asunto se dilucidó invocando al azar con una técnica ancestral. Una moneda me dejó en el colegio. Jamás me contó Héctor semejante historia, la supe por un miembro del staff colegial, un día cuando lo encontré en la calle, años después de recibirme. El hombre estaba severamente intoxicado por el daemon alcohol.
Muchos fueron los textos que conocí gracias a él, desdel la Proletarización del campesino de Guatemala (su texto para la clase que nos impartía en secundaria), de Humberto Flores Alvarado, a The Naked Ape (Desmond Morris) o su cauteloso encanto por obras como Recuerdos del futuro (Däniken) o El retorno de los brujos (Pauwels y Bergier). También le gustaban los buenos carros, también otros placeres de este mundo. Era un hombre hecho y derecho y completo ser humano.
Mi estimado frater, prontó yo también beberé de las aguas del Estigia. Mientras, me queda bajo la manga aquél nombre que me diste un día que siento cada vez más lejano. Su uso, me dijiste, revela la Verdad. Pronto nos veremos. Pax Profvnda!
Thursday, February 06, 2020
Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn
Foto: Cortesía de DC. |
Centrada en las fechorías de la
doctora Harleen Frances Quinzel, convertida en Harley Quinn (MargotRobbie) y un grupo femenino de
variada procedencia, que va desde una
adolescente casi de calle a una
detective desilusionada ya de
cierta edad, más
dos, no superheroínas, sino antisuperheroínas (Ella
Jay Basco, Rosie Perez, Jurnee Smollett-Bell y Mary ElizabethWinstead), la directora china
Cathy Yan maneja con soltura una hilarante
comedia
que le da un giro fresco al género de superhéroes.
Los
ambientes son orgánicos, casi analógicos podríamos decir, la
acción decidida y brutal definitivamente inspirada en lo mejor del
Wuxia tradicional y la
narrativa y fotografía siguen a un guion simple, pero no de
estructura
lineal, que empieza por definir a la ligera a sus personajes para
darles sólida coherencia en el transcurso de la cinta. Una cinta que
se deleita con lo que cuenta y cómo lo cuenta, llena de extrañezas,
estéticas feístas, traiciones
y contratraiciones, mucho humor
subido de tono
y un diseño de producción que se decanta lo mismo por paisajes
urbanos cotidianos, como por ambientes obviamente inspirados en los
creados para los cómics de DC
a lo largo de muchas décadas.
Narrada
en primera persona, por la propia protagonista, con la soltura de
quien pisa todo el tiempo la línea divisoria entre la cordura y la
total locura, aparte de ser una fiesta visual y de acción sin
miramientos ni paros, es de una
irreverencia y desfachatez fabulosas, tanto que varias de sus
incoherencias narrativas parecen
irrelevantes.
No hay héroes sin villanos, y aquí el malo es Roman Sionis (EwanMcGregor), un bruto mafioso despiadado, de muy
refinados gustos, plano, sin
redención pero casi llevado al
absurdo.
Su
excelente pista musical (se
encuentra en Spotify), buenas actuaciones, sorpresivos giros y
propuesta feminista muy a tono
con los tiempos que corren estos
días en Hollywood la hace una
excelente cinta, propia sólo
para público adulto. Además, también refresca su relativa corta
duración, que no llega dos horas. Altamente
recomendada, no se la pierdan.
Sunday, October 27, 2019
Confesión
¿No lo ven?
Feliz, agonizo frente a sus ojos
Cada aliento es un penúltimo jadeo
Cada instante el preludio del final
No hay luz aquí
No fe, esperanza, caridad
Sí, Fe en el final
Esperanza en en el exterminio
Caridad contra un cuerpo-cárcel
Cárcel de engaños virtuales
Plena de espantos, hilos rotos,
desgracias
Y carceleros invisibles
Solo un nexo existe
Un retraso a la ignominia, gran lodo
de mentiras
Es un leve y suave maullido
Una inconsútil clámide dorada
Un respiro cálido, una mirada
prístina:
El muro que detiene
mi depravación.
Monday, October 07, 2019
Joker: La redención por la violencia
Foto: Warner Bros. |
Infestada de comentarios y críticas sociales, de acercamientos íntimos a una mente que quizo lograr el american dream, Joker es una película de profunda reflexión acerca de la vida, como una metáfora de un sistema entrópico que no llega a encontrar su punto focal. Paso a paso vemos el derrumbre de un ser frágil, cuya vida gira alrededor de premisas insostenibles, sin una salida decente a situaciones terribles que se van acumulando hasta concretar un todo oscuro y desesperado, mucho mayor que la suma de sus partes, como una máquina ciega que debe entramar una tragedia enmarcada por ratas y fealdad.
No hay misericordia en este filme de psicología brutalista para llevar a su personaje a la desesperación, la locura y a provocar la muerte. Joaquin Phoenix presenta una actuación impecable, derivada de un cuidadoso desarrollo que le implicó perder 52 libras de peso: la primera vez en que vemos a un Joker más cercano en ese aspecto a su representación en la mayoría de interpretaciones del cánon de DC, como un personaje súper delgado. Phillips, coguionista también, con ese filme culmina su carrera, a menos que pueda superarlo. El diseño de producción, pista sonora, diálogos, paleta de colores y la recreación del Nueva York (como ciudad Gótica) de los años 70 conspiran eficazmente para lograr el filme.
En suma, Joker es una obra maestra que propone juegos mentales, que se mete en recovecos argumentales bien realizados, que sufre de alergia a la alegrìa y que es un deleite para sibaritas del cine y teleológos del nihilismo y el existencialismo, sobre cuyas premisas se apuntala su magnífico argumento.
El blog de la klavaza agradece a Rola la invitación para asistir a la premiere de esta producción. For English press here.
Thursday, February 01, 2018
La forma del Agua
Guillermo Del Toro se revela una vez más como un exquisito narrador capaz de combinar ficción histórica, cuento de hadas y ciencia ficción en un solo paquete. The Shape of Water es un romance con toque de musical, magnífico, extático, supremo, que no deja por un lado -como ha sucedido en otras de sus películas- la aguda, y en este caso sobria observación, sobre la época en que las situa, con mordaces críticas sociales.
Las actuaciones son impresionantes con un casting casi perfecto y una sólida dirección que sabe desde el principio hacia dónde quiere llegar, y que hasta ahí llega con fluidez, gracias a una buena dósis de suspense. Otro factor es la pista musical que literalmente define a la época a través de visiones nostálgicas de un Estados Unidos que le quiso vender a su gente una visión rosa de la vida.
La obra creó gran expectativa, sobre todo por haber sido nominda a 13 óscares de la Academia y como ha sucedido en muy pocas ocasiones las llenó por completo, sobre todo en mi caso, que he sido siempre amante de las películas de monstruos de la Universal Pictures, de la cual -sin afán de spoilers- tiene una impronta en su más profundo ADN.
Si hablamos de actuaciones, los protagonistas literalmente fueron devorados por sus personajes, pero cabe destacar las de Octavia Spencer y Sally Hawkins (la Vivienne Graham de Godzilla), así como las de Michael Stuhlbarg y Michael Shannon. Con sutileza por cierto, Del Toro -quien actúa como la voz de la criatura-, señala indirectamente muchos de los vicios de la actual era Trump: La intolerancia, el apego al dogma, el servilismo al poder y el miedo a perderlo por no estar violentamente preparados para conservarlo.
Y sin embargo, el filme mantiene todo el tiempo (dos horas dos minutos) el toque mágico de los cuentos de hadas clásicos. Una recomendación final: No es para menores de 12 años de edad.
Friday, March 24, 2017
Alien Covenant: el afiche
Foto: 20th Century Fox |
Estoy totalmente de acuerdo con Hoai-Tran Bui, quien escribe en el blog Film, blogging the reel world. La composición es de raigambre renacentista y para sustentar su argumento cita a la pintura, La caída de los ángeles rebeldes, de Frans Floris (1517-1570), y a la escultura, El rapto de Perséfone, de Gian Lorenzo Bernini (1598-1680). Ciertamente, ambas obras pudiesen haber inspirado al o a los ilustradores encargados de realizar el afiche, es cuestión de intertextualidad.
Hay otro aspecto importante: su oscuridad monocromática, iluminada por una fuente única que filtra la luz a través de lo que parecería un aguijero pequeño, desde lo alto de la imágen, de inmediato recuerda a escenas dantescas del infierno tal y como las ilustró Gustave Doré (1832-1883). Abajo, en ese inframundo sufren hombres atrapados y posiblemente devorados por los xenomórfos. Mientras, arriba, a la izquierda, se ve a la reina original de la franquicia en lo que podría ser un easter egg muy interesante: la sugerencia de su próxima reaparición en la serie.
La vocación artística del afiche se refuerza por su límpida diagramación, libre de ruidos textuales. Tal vez por eso no cita al elenco del filme, solo a sus formatos de proyección que, de todos modos, están discretamente presentes. Y vuelvo con Bui, si al arte de un afiche los produtores le han puesto tanta atención, debemos esperar a un filme que esté a la altura del mismo. ¿No les parece? ¡Ah, cómo extraño a H. R. Giger (1940-2014) !
Wednesday, March 22, 2017
Cuatro historias que sugieren la posible existencia del carro salado I Parte
Foto: Vía Universal Music. |
Por tanto, si un vehículo sufre de una serie interminable de averías, provoca gastos recurrentes por reparaciones inservibles -porque sigue dale que dale con los gastos-, o presenta desperfectos inexplicables, la gente dirá que está salado. La solución clásica es venderlo o abandonarlo, pero mejor lo primero, aunque el comprador se quede, no solo con un limón, sino también con la mala sal del vehículo.
Primera Parte I / IIII
A Markus Obrist y Elías Trejo Alejos, porque son los únicos que los reparan.
A Néstor Larrazabal Bobadilla, porque, bueno, ¡mejor dejémosle estar!.
Las siguientes anotaciones son bosquejos de narrativas inspiradas en hechos reales, tres de las cuatro me constan. La restante, contada por un amigo me resulta creíble por las credenciales que el susobicho ha demostrado en su vida. Esta es la primera entrega.
I Auto: Buick Century V8, modelo 1973
(vivencia personal)
A finales de los años 80 los V8 ya eran temibles resabios de una era que no sabía nada de conservación de la energía, menos de ahorro de combustible. Vetustos dinosaurios, execrable muestra de irrespeto al medio ambiente, que circulaban gracias a otros dinosaurios, aquellos escudados tras el argumento "¡yo puedo pagar esta mierda!", si se les increpaba por su alto consumo de combustible. O por quienes no podían pagarse algo más nuevo, i.e., mi caso.
Mi dama de entonces aullba por un carro y un mi cuate vendía su flamante Buick. "En perfectas condiciones" resultó una ganga por 1,200 pesos. Sí pues. Marchó sobre ruedas unos cuantos meses, hasta que se desalineó el tren delantero. Claro, antes ya había sido necesario enlllantarlo y cambiarle los parabrisas. El primer signo de lo que vendría se hizo evidente cuando me dijeron que era necesario desarmar todo el tren delantero para repararlo. Se hizo y fue devuelto con el timón colocado alrevés. A pesar de las protestas del mecánico, se tuvo que desarmar de nuevo para dejarlo bien.
Foto: Buick. |
Algunas de las refacciones vinieron de Inglaterra pero, recuerdo, los ocho cilindros costaron menos que cuatro para Totoya en ese tiempo. Cuando se concluyó la reparación: ¡Oh flamante auto de nuevo! ¡Con toda su potencia y funcionando a la perfección! Pero, como el motor había recuperado su brío, se jodió la caja automática de tres velocidades. Chingose y ya no cambiaba, había que forzarla a mano. A reparar la caja se dijo (vía Vaccaro). Quedó perfecta. Entonces falló la bomba de gasolina y después el carburador. Se reparó la primera, pero el mecánico estimó innecesario reemplazar el segundo, a pesar de mis protestas: "Se puede arreglar", me dijo. Y lo arregló.
Tras un breve periodo, volvió a descomponerse la bomba y por exceso de fondos el auto se quedó frente a mi casa durante meses. En un momento dado apareció la Muni: Si no lo quitaba se lo llevarían con grúa, así le dijeron a la doméstica, una zacapa de 16 años, muy hermosa. "¿Qué les digo?", me preguntó. "¡Ah! ¡Qué coman mierda!", me dije en voz alta. Obediente, de inmediato salió y les dijo, "¡Dice que coman mierda!". OMG, a tapar el clavo para evitar que se lo llevaran.
Luego, un señor mexicano, alto y obeso, con bastón, me pidió el auto. "Es de tamaño compacto -me dijo-, y me conviene porque es automático, por mi pierna mala me será más fácil de conducir. Te doy Q1,500. Yo lo dejo como nuevo". "Nein", le dije, "¡ya le metí mucho pisto y no lo doy!": Craso error. Craso y carísimo error.
Sucedió entonces que el mecánico se lo llevó. Para arrancarlo utilizó una minibomba de gasolina colocada directamente sobre el carburador, supuestamente reparado. Pero como el motor estaba fuera de tiempo -o eso me dijo don Luis, el mecánico- y la bomba de gasolina funcionó de golpe, hubo fuga de combustible. Y hubo un chispazo y el carro se incendió. Lo apagaron otros mecánicos frente a su taller en la Calle Martí.
La escena era desoladora. El parabrisas estaba rajado en varias partes, voló el capó y el motor y el sistema eléctrico estaban ennegrecidos e irreconocibles. Se fundieron las claveras de las luminarias delanteras, se deformó la parrilla y parte del forro del panel delantero estaba semi derretido. Era el fin. El mecánico ofreció repararlo "poco a poco", menos al cableado del sistema eléctrico.
Llamé a un amigo experto en el tema. "Sí, afirmó, lo puedo recablear, te va a costar una fortuna y no te doy garantía alguna. Entendé que se trata de una especie de prueba y error, hasta que ya no dé problemas. Me tomará entre nueve meses y un año realizarla".
El mecánico me dio Q600 por la chatarra, por pagos, y la unidad fue a parar en manos del gerente de una empresa importadora de maquinaria pesada, quien la quería para sacar repuestos para otro Buick Century V8 del mismo modelo. Antes de comprarlo, con ese mismo dinero podría haber tenido un rubí de estrella (corindón rojo con inclusiones de rutilo). Una piedra hermosa, aunque con mucha seda. Ah, pero fue más importante complacer a la dama, con los decritos y execrables resultados.
Otrosí: Estos hechos sucedieron a finales de los años 80 del siglo pasado. Este año, en marzo, el cuate que me vendió el carro, me dice: "¡Vos! Todavía me debés parte del pago de aquél Century que te vendí, solo me pagaste 800...". Como diríamos en buen chapín, ¡por vía de la gran puta!
Tuesday, March 21, 2017
El punto de inflexión en la vida de Miyamoto Musashi, el samurai invicto
Duelo entre Sasaki Kojiro y Miyamoto Musashi, monumento en Funijama, Japan.
Foto: Roger Ferland, via Flickr, 2007.
|
Miyamoto Musashi tenía tres horas de retraso. Este era su modo habitual
de actuar. En el aire era palpable la tensión imperante en la playa. Sasaki
Kojiro caminaba arriba-abajo sobre la arena fina con las manos en la espalda.
Su ira se alzaba con el sol, y con cada minuto que pasaba sentía acrecentado el
insulto contra su honor. La fecha era el viernes 13 de abril de 1612.
Kojiro era considerado uno de los mejores samuráis de Japón. Fue famoso en todo
el reino por su velocidad y precisión, y se hizo aún más notable por su arma
preferida. Manejaba una enorme no-dachi, una espada japonesa curvada al estilo
clásico, pero con una hoja de más de un metro de longitud. Su tamaño y peso la
convirtieron en un arma brutal, nada sutil, pero Kojiro había perfeccionado su
uso hasta un grado inaudito en todo Japón.
Como su habilidad se había perfeccionado, había ganado muchos duelos, y para cuando estaba esperando en esa playa, en la isla de Ganryū-jima, ya se había asegurado una posición cómoda como jefe de armas del daimio del clan de Hosokawa. Su fama había crecido con su habilidad y, finalmente, paró llamando la atención de Miyamoto Musashi.
Musashi era un ronin, un samurái sin amo. Había matado a su primer oponente en combate único a la edad de 13 años y había ganado duelo tras duelo mientras viajaba por Japón y perfeccionaba sus habilidades. En Japón, en aquella época, no era raro desafiar a otros a duelo, ni siquiera a la muerte, por ninguna otra razón que mostrar dominio. Musashi no fue la excepción. Su talento era tan grande que, a la edad de treinta años había envainado sus dos katanas e hizo sus duelos con dos bokken -espadas de práctica de madera-, sin importar cuál arma decidiera utilizar su oponente.
El séquito de Kojiro incluía sirvientes, amigos, estudiantes, cocineros y a un montón de funcionarios que habían venido a presenciar el evento para reportarlo al daimio. Llegaron en barco desde temprano por la mañana y los sirvientes levantaron un dosel en la playa. Se encendió un pequeño fuego, preparando comida y té, para cuando el gran samurái conociera a su oponente. El duelo se concertó a través de un intermediario a petición de Miyamoto y la fecha y hora fueron establecidas por él.
Kojiro había llegado tres horas antes, y cuando el amanecer se rompió lentamente y sus sirvientes se ocuparon de establecer el campamento, se había sentado en profunda meditación, a cierta distancia, preparándose mentalmente para el combate. Se levantó un poco antes de la hora acordada con el retador y tomó un poco de té, conversando cortésmente con los oficiales y bromeando con sus amigos. Su compostura era sublime y su séquito y sus estudiantes no tenían ninguna duda de que iba a dejar muy corto a su rival.
Tres horas más tarde, sin embargo, la mañana se estaba convirtiendo en tarde y Kojiro había perdido la compostura. Se paseaba, gruñía, maldecía y regañaba a sus sirvientes. Estaba claro de que su ira por el comportamiento insultante de su retador estaba llegando a un grado peligroso. En un intento por aplacarlo, uno de los oficiales le sugirió que Musashi no llegaría, que había huido del duelo aterrorizado ante la perspectiva de enfrentar al gran Kojiro. Pero Kojiro no aceptó tal argumento. Conocía la reputación de Musashi. Este comportamiento sólo podría tener la intención de insultarlo.
De hecho, Miyamoto no estaba lejos. Se sentó con las piernas cruzadas en un
pequeño bote de pesca que se mecía suavemente sobre la marea, en una mínima
ensenada al sur de la playa donde Kojiro se paseaba enfurecido. El suelo de la
embarcación estaba lleno de virutas rizadas, porque el maestro de la espada tallaba
sin prisas con su cuchillo. Lo acompañaba el dueño del barco, un pescador
anciano, arrugado y quemado por el sol, que había sido pagado generosamente
para que pusiera sus barco y remo a disposición de Musashi.
El remo de repuesto estaba en el regazo de Musashi, quien con su cuchillo afilado había pasado cuidadosamente la mañana sacándole forma. Era largo y se había hecho graciosamente curvado y perfectamente equilibrado: un bokken salido de la mano de obra más fina. Musashi observaba el sol mientras trabajaba.
Musashi era una persona de apariencia extraña. No llevaba adornos, sólo un sencillo traje y un cinturón para la espada. Sus pies estaban desnudos y sus ojos saltones miraban tan fijamente que era desconcertante. Su pelo estaba atado en un bollo simple y funcional, en la parte superior de su cabeza. Se le veía una barba de varios días en su rostro pálido y huesudo y su piel estaba cubierta con muchas cicatrices pequeñas y lívidas.
Como su habilidad se había perfeccionado, había ganado muchos duelos, y para cuando estaba esperando en esa playa, en la isla de Ganryū-jima, ya se había asegurado una posición cómoda como jefe de armas del daimio del clan de Hosokawa. Su fama había crecido con su habilidad y, finalmente, paró llamando la atención de Miyamoto Musashi.
Musashi era un ronin, un samurái sin amo. Había matado a su primer oponente en combate único a la edad de 13 años y había ganado duelo tras duelo mientras viajaba por Japón y perfeccionaba sus habilidades. En Japón, en aquella época, no era raro desafiar a otros a duelo, ni siquiera a la muerte, por ninguna otra razón que mostrar dominio. Musashi no fue la excepción. Su talento era tan grande que, a la edad de treinta años había envainado sus dos katanas e hizo sus duelos con dos bokken -espadas de práctica de madera-, sin importar cuál arma decidiera utilizar su oponente.
El séquito de Kojiro incluía sirvientes, amigos, estudiantes, cocineros y a un montón de funcionarios que habían venido a presenciar el evento para reportarlo al daimio. Llegaron en barco desde temprano por la mañana y los sirvientes levantaron un dosel en la playa. Se encendió un pequeño fuego, preparando comida y té, para cuando el gran samurái conociera a su oponente. El duelo se concertó a través de un intermediario a petición de Miyamoto y la fecha y hora fueron establecidas por él.
Kojiro había llegado tres horas antes, y cuando el amanecer se rompió lentamente y sus sirvientes se ocuparon de establecer el campamento, se había sentado en profunda meditación, a cierta distancia, preparándose mentalmente para el combate. Se levantó un poco antes de la hora acordada con el retador y tomó un poco de té, conversando cortésmente con los oficiales y bromeando con sus amigos. Su compostura era sublime y su séquito y sus estudiantes no tenían ninguna duda de que iba a dejar muy corto a su rival.
Tres horas más tarde, sin embargo, la mañana se estaba convirtiendo en tarde y Kojiro había perdido la compostura. Se paseaba, gruñía, maldecía y regañaba a sus sirvientes. Estaba claro de que su ira por el comportamiento insultante de su retador estaba llegando a un grado peligroso. En un intento por aplacarlo, uno de los oficiales le sugirió que Musashi no llegaría, que había huido del duelo aterrorizado ante la perspectiva de enfrentar al gran Kojiro. Pero Kojiro no aceptó tal argumento. Conocía la reputación de Musashi. Este comportamiento sólo podría tener la intención de insultarlo.
Duelo entre los dos grandes, datos inciertos. Fuente: Wikipedia. |
El remo de repuesto estaba en el regazo de Musashi, quien con su cuchillo afilado había pasado cuidadosamente la mañana sacándole forma. Era largo y se había hecho graciosamente curvado y perfectamente equilibrado: un bokken salido de la mano de obra más fina. Musashi observaba el sol mientras trabajaba.
Musashi era una persona de apariencia extraña. No llevaba adornos, sólo un sencillo traje y un cinturón para la espada. Sus pies estaban desnudos y sus ojos saltones miraban tan fijamente que era desconcertante. Su pelo estaba atado en un bollo simple y funcional, en la parte superior de su cabeza. Se le veía una barba de varios días en su rostro pálido y huesudo y su piel estaba cubierta con muchas cicatrices pequeñas y lívidas.
Era evidente, si se le miraba con detenimiento, que no se
había bañado durante algún tiempo y que su sencilla túnica mostraba muchas
manchas y parches descoloridos. En conjunto, su figura era de mal aspecto, muy
diferente de las ostentosas muestras de riqueza y armas favorecidas por muchos
samuráis de la época. La única parte de su atuendo que parecía bien cuidada era
su katana apareada a su cinturón. La madera oscura y pulida de sus vainas brillaba
bajo el sol de la mañana.
Con una palabra tranquila, Musashi le pidió al pescador
que los llevara a la playa, donde esperaba Kojiro. El pescador obedeció.
Al principio, Kojiro no reconoció a su oponente. Musashi
se sentó bajo y adelante en el pequeño bote, con sus armas escondidas: parecía hundido
en sus pensamientos.
¡Es él! -gritó uno de los sirvientes que había corrido
hasta la orilla del agua- ¡Musashi llega al duelo!
La sangre se esfumó de la cara de Kojiro, mientras
Musashi se levantaba lentamente en el bote. Su insolencia era inaudita. ¡Este
no era comportamiento para un samurái! Llegar tan tarde era bastante malo, pero
llegar así… Sin afeitar, sucio, con ropa desaliñada y sin séquito, solo con un
pescador viejo y con cara de mendigo. Kojiro sintió el insulto contra su honor
con más agudeza, así como a la ira que lentamente se había ido acumulando
durante toda la mañana. Tembló de rabia y extendió una mano a su porta-espada, quien
se apresuró a presentarle su gran no-dachi.
Leyendo la fortuna a Miyamoto Musashi Impresión por Utagawa Kuniyoshi (1797-1861) |
La enorme espada brilló al sol mientras Kojiro cargaba
contra su oponente. Enfocó su enojo en un punto fino, que le recorrió brazos y manos
hasta concentrarse en la cruel punta de la hoja. En su mente, donde hace un
momento reinaba gran ira, ahora solo había silencio. ¿Pero qué era esto?
Musashi saltó del oleaje y se precipitó hacia la izquierda, pero no sacó
ninguna espada; Su única arma era un bokken de madera, similar en tamaño y
alcance a la espada de Kojiro. Kojiro vaciló durante una fracción de segundo.
¿Qué puede significar esto? La arrogancia del hombre que desafiaba
al gran Kojiro con una espada de práctica de madera era incomprensible. Se
volvió para seguir a Musashi y se le lanzó con un gran barrido de su espada. El
insolente se agachó justo a tiempo para evitar el golpe. La no-dachi pasó a sólo
unos centímetros por encima de su cabeza: Una pequeña nube de pelo negro
flotaba en el aire tranquilo.
Resultó que Musashi estaba agachado. El bokken subía,
pero la enorme no-dachi estaba en manos de un maestro y Kojiro no retrocedió. Su
espada silbaba sobre su oponente, pero Musashi había desaparecido. Se había
movido un paso hacia la derecha y su bokken golpeó. El aliento de Kojiro lo abandonó y el siguiente fue un golpe salvaje.
La espada de madera le dio un impresionante golpe en un
lado de la cabeza, y cuando se tambaleó, el arma de su enemigo se estrelló contra
su costado izquierdo con una fuerza
increíble. Sintió cómo se le rompían las costillas, seguido por un dolor
terrible y agudo en el interior de su pecho. No podía respirar: el mundo se bamboleaba
ante sus ojos.
Los oficiales, el personal y los sirvientes observaron
con horror cómo Sasaki Kojiro cayó hacia adelante sobre la arena. El combate
había terminado en segundos, y el victorioso samurái se inclinaba ahora hacia
su adversario derribado y luego hacia ellos. Los observó por un momento, se
puso en pie y luego comenzó a retirarse rápidamente hacia el bote. Hubo ruido
de golpes de acero y gritos cuando un grupo de amigos de Kojiro, y sus
estudiantes, sacaron sus espadas y corrieron hacia Musashi. Pero él ya estaba sobre
las olas, en el bote. Se había ido. Su propósito en la isla Ganryu estaba
cumplido, pero rodaron lágrimas de sus extraños ojos, mientras el viejo
pescador los alejaba de la playa.
Miyamoto Mushashi fue victorioso, pero había destruido a
uno de los mejores guerreros del reino, y la inutilidad de esa muerte lo golpeó
tan fuerte como su propio golpe letal había acabado a Kojiro. No había ganado
nada con su victoria, al contrario, se había perdido todo. Al igual que el
bokken de Mushashi, la habilidad de Kojiro había sido tallada lentamente sobre
materia prima de su propia vida. Ahora se había ido y su muerte no había
servido de nada.
Musashi continuó estudiando y enseñando el arte de la
esgrima a lo largo de su vida, pero nunca más mató a un oponente en un duelo.
Por Barney Higgins, publicado en War History Online el 7 de abril de
2016
Traducción: klavaza
Ilustraciones: War
History Online
Wednesday, July 23, 2014
Un superhéroe sin poderes: 75 años de Batman
Viñeta de Venom (Legends of The Dark Knight), de Denny O'Neil, reimpresión de 2012. DC Comics vía kotaku.com |
Una inteligencia que nutre a una lógica indefectible, basada en el conocimiento científico y en su más cara hija, la tecnología. Si bien es capaz de fabricar un instrumento tan sofisticado como el batimóvil, también usa un cinco o canica para distraer a sus enemigos, o a un simple bumerán como medio certero para ofender o defenderse. Y lo mejor de todo: tiene un lado oscuro, se trata de un hombre atormentado, casi misógino, hasta el grado de haber sido acusado de gay en la era McCarthy.
De Batman # 84, junio de 1954, Ten Nights of Fear!. Wikipedia. |
A lo largo de sus 75 años, celebrados hoy, Batman ha sido víctima, victimario, cauteloso amigo (en cierta fase oculta kriptonita como precaución, por si Superman de pronto eloqueciera, por ejemplo) y duro enemigo, es mejor no ponerse en su mira.
Han sido tan efectivos sus perfiles que le han merecido estudios de académicos calificados, como el psiquiatra español Jesús Ramos, quien le dedicó un libro a sus estados mentales y quien llega a concluir que "probablemente sufre lo que se ha llamado una adicción al trauma, algo que se ha estudiado en los veteranos de Vietnam. Son sujetos que se acostumbran a vivir al borde de situaciones muy angustiosas y buscan otras semejantes. Batman está permanentemente buscando situaciones límite que le procuren el chute de endorfinas".
Viñeta de Venom (Legends of The Dark Knight), de Denny O'Neil, reimpresión de 2012. DC Comics. |
Creo que su ejemplo ha servido para que a lo largo de las décadas otros personajes de esos vastos universos mitológico-ficticios, creados por los escritores y dibujantes de cómics, se hayan ido atreviendo a expresar también sus lados oscuros; y para que ficción y realidad se unan en una zona intermedia como la que surge en una intersección de conjuntos. Y es esa zona intermedia la que funge como un espejo que refleja metáforas de la realidad cotidiana, representaciones exageradas, críticas desesperadas, fabulosas o brutalmente realistas de la ciencia, la política o de nuestras vanas o justificadas aspiraciones.
En mis primeros años de adolescencia Batman era tan cotidiano para mi como para ponerle apodos y así se llamó uno de mis gatos. No me hubiese extrañado encontrarlo a la vuelta de la esquina, o en uno de mis sueños -algo que nunca ha sucedido-, en cambio, lo encuentro a cada rato en los cómics, en producciones cinematográficas, en la Tv, en narrativas puras, en chistes de salón o callejeros y lo mejor, como muleta en conversaciones comunes.
Ahí está, como ejemplo del efecto que ha tenido el monomito de Joseph Campbell en la creación del héroe contemporáneo. Post hoc, ergo propter hoc: pero Kane no sabía nada de Campbell, así que llego a la conclusión de que se trata de un hecho auténtico, de un encuentro feliz del arte, la fantasía y la psicología con algunos aspectos de la atormentada conciencia de Occidente. Y por eso ha sido tan longevo. Y por eso me gusta.
Monday, July 07, 2014
Lenin Barrera: Artista de la Calle
Fotos: klavaza, 2014. |
¿Desde cuándo empezaste a pintar?
Tomé los pinceles desde los nueve años y a dibujar desde los siete.
Tomé los pinceles desde los nueve años y a dibujar desde los siete.
¿Estudiaste en alguna escuela formal?
No, solo puro empirismo, práctica...
No, solo puro empirismo, práctica...
¿Qué edad tenés?
22.
¿Por qué pintás motivos religiosos?
Me gusta el arte sacro. Siento que la pintura se presta para la
Divinidad. Cuando uno pinta algo que no sea, por así decirlo, divino,
resulta en una pintura algo aburrida. Una naturaleza muerta o un
paisaje, no es lo mismo que una Madonna, por ejemplo, un San Juan o un
San Jorge.
Sí, soy católico.
¿Entonce por qué estás tatuado?
Yo interpreto de una manera un poco diferente la cuestión de los tatuajes. De hecho, en el catolicismo, se dice que si uno está tatuado se forma para la Batalla Final del Apocalipsis: La batalla de los ángeles contra los demonios, ya sea que uno se vaya a ir para arriba o para abajo, si uno está tatuado va a pelear en esa batalla.
¿De dónde sacaste eso vos?
Pues yo lo leí en una onda que se llama los Evangelios Apócrifos. Son unos evangelios que en el Concilio de Nicea el Emperador Constantino los sacó de la Biblia, porque no le parecerieron convenientes. La Biblia tuvo más libros de los que tiene actualmente.
Pues yo lo leí en una onda que se llama los Evangelios Apócrifos. Son unos evangelios que en el Concilio de Nicea el Emperador Constantino los sacó de la Biblia, porque no le parecerieron convenientes. La Biblia tuvo más libros de los que tiene actualmente.
¿Vendés tus pinturas?
Sí, están a la venta.
Sí, están a la venta.
¿Cuánto cobrás por cada una?
Por una grande unos GTQ 1,600 a 1,800. Por esta (el conjunto en blanco y negro) unos GTQ 2,500 y por los chiquitos unos GTQ 150 y 250.
Por una grande unos GTQ 1,600 a 1,800. Por esta (el conjunto en blanco y negro) unos GTQ 2,500 y por los chiquitos unos GTQ 150 y 250.
¿Y cómo te va con la venta?
Pues aquí en la Sexta casi no se vende, es más que todo para que la mara los mire.Más que todo le vendo a licenciados de la Usac o de la Landívar, a un par de doctores que yo conozco y a miembros de mi familia.
¿Has expuesto?
Cuatro veces: dos en los Café León, una en Mayatec, otra hace dos años y en varias colectivas, una en la Enap. Y en Correos, solamente.
Cuatro veces: dos en los Café León, una en Mayatec, otra hace dos años y en varias colectivas, una en la Enap. Y en Correos, solamente.
Sunday, June 15, 2014
Hans Rudolph -Ruedi- Giger (1940 - 2014)
¿Cuándo supe de Giger? No sé. No a ciencia cierta. Pero sí que las páginas de una revista Omni me hicieron consciente de su arte singular, demasiado bien ejecutada, onírica hasta la pesadilla, metafórica, erótica y futurista, pero sobre todo, que tocaba una cuerda muy profunda en mi.
Eran rudos tiempos, campeaba el snail mail y Giger vivía en Suiza. Lucía inalcanzable. Pero llegaron la Red y el correo electrónico y apareció su página web. Una noche, tras escuchar a Bach, decidí escribirle. Lo hice por medio de su Web Agent, entonces Thomas Riehn, con la excusa de solicitarle permiso para reproducir imágenes de su trabajo, porque estaba por publicar una nota sobre él en la Revista Crónica.
Un par de días después respondió el hombre. Que sí, que con todo gusto, siempre y cuando le enviara unos dos ejemplares si se publicaba la nota, y así lo hice. Según yo, ahi había quedado el asunto. Unos meses después, por snail mail precisamente, me llegó un sobre con una nota de Riehn, dando las gracias, acompañada con un hard attachment: una litografía firmada por Giger. Es uno de mis tesoros favoritos.
Omni caía en mis manos con regularidad. Su contenido de vocación New Age estaba infestado de futurología, ocultismo no tradicional, medicina alternativa, antipsiquiatría, enteogenia, ciencia ficción, en fin, era la vestimenta gráfica y textual para un mundo fantástico urgido por certificarse como real. No importaban sus criptoafirmaciones: mi entonces novia, LILITh y yo la devorábamos sin misericordia, incluso a las notas de Deepak Chopra, que ahora y después de conocerlo más de cerca me suenan tan falsarias como todo el New Age.
Cuando vi un retrato del hermano Perdurabo (Crowley) realizado por Giger, ambas propuestas convirgieron en mi cosmovisión. Más tarde, su Necronomicón y su Tarot permearon mi imaginario durante un buen tiempo.
En el arte de Giger convergían además otras de mis vocaciones, desde la irreverencia religiosa a la tecnología, desde los insectos a la completación de la evolución humana por medios artificiales. Sus advertencias contra la sobrepoblación, su descaro para relatar los horrores que le tocó vivir a causa de una máscara que tenía en su residencia, así como sus devaneos con el ocultismo me dejaron impresionado desde el principio. Amén de su gusto por trenes brujos y la cinematografía.
Desprecié su confesa violencia contra los animales, la cual no ilustraré poque es evidente en algunos de sus textos -pero se redime porque tenía gatos. Me hubiese gustado conocerlo en persona. En algún momento pensé tatuarme su rostro con henna, porque él habia prometido recibir personalmente a cualquiera que así lo hubiese hecho (solo que con tinta permanente). Seguía con detenimiento su trabajo, sus querellas contra la Fox, la fundación de su museo y por supuesto a sus publicaciones. Las deTaschen sobre todo.
Lamento no haber probado su ajenjo todavía, pero celebro su incursión en la escultura. No se cómo reaccionaría si viera a unas de creaciones en vivo, sin embargo, si en 2D sus imágenes son impresionantes, en 3D se convierten en sobrecogedoras.
Me encantaba ver sus trabajos con detenimiento, lupa en mano, durante madrugadas insomnes acompañadas por compositores barrocos, metaleros o de música eléctronica académica. Borges, en alguno de sus textos, intentó explorar cuál sería aquella obra que uno quisiera olvidar, solo para sentir de nuevo el gozo que produciría redescubrirla: una especie de criptoamnesia hedonista. Recuerdo el deleite que me provocaron sus intensas panorámicas surrealistas, sus enigmáticos biomecanoides, la obsesiva minuciosidad y maestría de su aerógrafo, así como su inconfundile paleta de colores. Por fortuna no necesito olvidar todo eso para sentir siempre aquel asombro primigenio.
El arte de H. R. Giger transgrede muchos linderos. Alien la integró a la mitología pop (como lo demuestra un crossover entre Batman y el xenomóformo). Sus magníficas portadas de álbumes musicales y de libros y diseño de espacios con amueblados lo confirman como a un verdadero ilustrador e interiorista. Sin embargo, debajo de esta clámide mediático-comercial, siempre estuvo intacto el manto friático profundo en donde abrevó desde sus orígenes para crear. Algo que hizo sin parar hasta el final.
En su Guest Book, el domingo 3 de agosto de 1997 a las 12:36:58 horas, consigné:
"The first time I saw Alien (the film) I felt that a second door to a new way of looking at the universe was opened (the first one I discovered through the works of A. Crowley). But I did not realize then what was so enticing in that film. It was later when I saw who is the creator of such dark, fantastic and yet illuminating work, and that he is, from my own point of view, the greatest living artist of our time. The ultimate point for me is that through his vision I found a deep, mirror reflection of my anguishes and nightmares. Thus, without intending it, a kind of symbolic, Jungian therapy took place. And, thanks to it, I found -no exxageration- salvation and hope."
Nunca creí que iba a despedirlo, pero ahora que lo hice entiendo que se convirtió en uno de mis inmortales y que su obra, por oscura que sea, ilumina mi vida.
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