Cómo hacer que alguien sea más fuerte que el más fuerte, se preguntaba Stan -The Man-Lee a principios de los años 60, para crear un nuevo personaje de Marvel. "No lo haga hombre, hágalo un dios", fue su respuesta. Para no recurrir de nuevo a la mitología greco-romana, volvió sus ojos hacia la nórdica y creó a The Mighty Thor. 50 años después, Kenneth Branagh visionó este filme como una versión del Enrique V de Shakespeare. Y mucho hizo, a partir del pobre, estereotipado y plano guión que le entregó J. Michael Straczynski (Babylon 5) et al.
A pesar de eso la historia es interesante, porque siempre son buenas las historias de familias disfuncionales, rivalidades fraternas, traiciones contra el padre y personajes de dos caras. Además, el relato desciende, con las consabidas adaptaciones al Universo Marvel, de la mitología nórdica y el mundo antiguo nos reta, nos llama la atención y nos fascina incursionar en él.
Thor es el dios del trueno. Su arma mágica es el martillo Mjöllnir. Como todos los demás dioses habita en Asgard, uno de los nueve mundos nórdicos. Es un lugar apacible y maravilloso que en la película se ve con lujo desmesurado, especialmente en Imax. Pero debajo se cuecen habas horribles. Odín (Anthony Hopkins), el Padre de Todos, tiene dos hijos: Thor (Chris Hemsworth) y Loki (Tom Hiddleston), ambos aspirantes al trono. El primero es rebelde, el segundo apacible pero calculador. La rebeldía lleva a Thor a desafiar y desobedecer a su padre y éste lo lanza a la Tierra junto con su martillo mágico.
Una vez acá, el dios desciende a mortal en una transformación muy mal manejada, tal vez porque el filme aprenas dura 114 minutos o porque le dedicó más tiempo a nimiedades como chistotes gringos y vaqueradas. Porque el dios no se convierte en un sofisticado citadino, sino en un simple campesino iniciado en sus mundanas limitaciones y gustos por Natalie Portman, nada parecida a su compañera divina, Sif (Jamie Alexander), ante quien de inmediato caería a sus pies.
Son 114 minutos que relatan, como dije, una historia fascinante, que nos ponen en contacto con una mitología de fuerza, en la cual los dioses podían morir y eran tan rudos como cualquier vikingo. A la vez, nos mantienen dentro de los límiters del Universo Marvel, ya con miras al filme de los Avengers: en vez de arcoiris, por ejemplo, el puente que lleva a Asgard es una plataforma iridiscente, pero sólida, y a mí me encantó ver a un dios nórdico moreno (Jason Camp, como el guardíán del portal entre varios mundos).
Hubiese, sin embargo, preferido un tratamiento más a lo Branagh, más profundo, con personajes mejor desarrollados, sobre todo el de Thor con sus conflictos, con una mejor explicación de por qué se conmisera de los seres humanos. A la historia, más oscura y sin idioteces como vaqueros contra criaturas mecánicas (un externminador que recuerda al Thalos de la mitología griega), sin el leve toque de Hombres de Negro (cuya agencia aquí se llama S.H.IE.L.D.) que le agrega Straczynskiy y con un romance más conflictivo y lleno de culpas (al fin y al cabo Thor se líaba con una mortal, dejando atrás a una diosa).
Las actuaciones de Hopkins, Rene Russo (como esposa de Odín) y de Hiddleston me parece que exceden a la narrativa y por fortuna le dan el toque de clase al filme. Hemsworth se maneja bien en ambos papels, de dios y hombre, mientras Natalie Portman nos regala su extrema belleza y una actuación adecuada al papel de un científica enamorada del que debería haber sido su objeto de estudio. De las adaptaciones de cómics al cine, Thor no es una de la peores, tampoco una de las mejores. Entretiene, es efectiva para narrar su historia y es precursora de otra que, según se aprecia en la última escena que se ve después de los créditos, luce más que interesante.
4 comments:
http://www.manganzon.com/resenas/451-resena-de-thor.html
Poner al mando de una película hollywoodense de superhéroes a un cineasta irlandés que hasta el momento se había encargado básicamente de hacer adaptaciones teatrales y fílmicas de la obra de Shakespeare parecía un riesgo inesperado para un gran estudio; pero Paramount puede decir ahora que la apuesta resultó acertada.
Y es que “Thor” es una de las cintas más logradas del subgénero, en un nivel cercano al de la celebrada primera entrega de “Iron Man”, lo que dice mucho del trabajo de dirección de Kenneth Branagh, quien además de haber presentado en el pasado títulos cinematográficos como “Henry V” y “Much Ado About Nothing”, hizo una efectiva pero poco recordada versión de “Frankenstein”
Gracias Debi, muy interesante y calificada opinión!
Mencionando mitología: si te apetece disfrutar de una excelente historia que reinterpreta numerosos mitos te recomiendo Fables de Bill Willingham en Vertigo; de los mejores comics que he leído.
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