Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides fue dirigida por Rob Marshall a quien le debemos Memoirs of a Geisha y Chicago (ganadora de un premio de la Academia). Su elección fue acertada, dado que los productores deseaban un reboot para esta historia, en la cual Penélope Cruz sustituye a Keira Knightley. Se nota que ya no es Gore Verbinski el timonel de esta cuarta entrega, a diferencia de las tres precedentes.
No solo el argumento es más aéreo y la fantasía más realista (si cabe tal oxímoron), sino al menos yo me emocioné más. Por otra parte, el diseño de producción es más coherente, con locaciones espectaculares filmadas en California, Hawaii, Londres y Puerto Rico, dignas de una descripción de Emilio Salgari. La exuberancia, riqueza visual y magníficos CGI sirven de marco a una producción plagada de anacronismos, carentes por supuesto de toda relevancia.
Jack Sparrow me suena como a una especie de Jack of All Trades (un siete oficios) cuya versatilidad y amaneramientos sólo Johnny Depp es capaz de representar. De juez a prisionero, de fugitivo a romántico. Penélope Cruz, en cambio, no logra alcanzar la alta resolución histriónica de Depp, sin embargo, se deja dirigir y su presencia, al final de cuentas, se hace sentir en el filme (su hermana la sustituyó en algunas escenas porque ella estaba embarazada y ya se le empezaba a notar).Los guionistas hacen converger hechos históricos anacrónicos entre sí: el rey inglés George (extraordinaria actuación de Richard Griffiths), el privateer (corsario) Barbossa (Geoffrey Rush), el temible Barba Negra (Ian McShane,cuyo nombre corresponde al verdadero del pirata, Edward Teach), quien además de cruel y despiadado es maestro hechicero capaz de levitar objetos y convertir hombres en zombis.
2 comments:
Que bien! Tengo que ver esta lica ^^
Te la recomiendo HellaGoodBye! Gtacias por la visita.
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