Mikael Håfström (1408, Evil) basado en un libro del periodista Matt Baglio, declara como necesario al exorcismo, según el rito católico, dadas ciertas condiciones socioculturales. Con un heterogéneo elenco: Sir Anthony Hopkins a la cabeza y en el papel titular, Colin O'Donoghue (el Duque Felipe de Baviera en The Tudors), Alice Braga (Predators, I am Legend) y las estrellas de tantas producciones de la serie B, Rutger Hauer y Franco Nero, nos abre una ventana desde la cual este rito cobra una dimensión real, avalada por viejas creencias teológicas mientras, siguiendo una diálectica que hubiese deleitado a cualquier jesuita del siglo XIX, no deja de enfatizar que existen otras explicaciones, como las que serían del gusto de los piscólogos clínicos.
Sin embargo y a pesar de que en la cinta no hay ni retorcimientos de cuello ni vómitos de sopa de arvejas (como declara Hopkins), gracias a recursos visuales efectivos, una muy buena dirección de fotografía (debida a Ben Davis) y a exquisitas locaciones filmadas en Roma, Lacio y Budapest, el efecto final es pertubardor. Sobre todo porque la posesión demoniaca se presenta como un hecho factible, terrible y que además no siempre resulta en el triunfo de los buenos (los cuales, de paso, dudan, se cuestionan y sufren a causa de su vocación de lucha contra el mal).
Si bien se cuenta también con ciertos gazapos, como saltos inexplicables en la continuidad; con recursos trillados como presentar a los reptiles y al burro como aliados de Satán (también a los gatos, pero en ese caso la intención es ambigua) o cierto abuso de una narrativa lenta o de flashbacks y alucinaciones, sí termina uno preguntándose si será posible que seres sobrenaturales y malignos se apoderen de la mente de personas comunes, inocentes.
No es un filme para quienes desean ver gore o que les escupan vómito a la cara. Ni para quienes necesiten una escena de terror tras otra para asustarse. Es para quienes pueden perturbarse con sólo considerar por un momento que el mal existe y que goza con dañar para desafiar a su propio creador.
A Ingrid Reyes.
2 comments:
¡Leon! ya vas a ver travieso ¿y ya está en Guate la pélícula? Quiero verla.
Sí, ya está en Guate. Yo la vi en O. Mall!
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