Natalie Portman, Barbara Hershey, Vincent Cassel, Mila Kunis y Winona Ryder protagonizan este thriller de horror que Darren Aronofsky desarrolla sobre un drama psicológico. Cada vez más maduro y certero, el director de Pi y The Wrestler muestra una vez más su gran capacidad para adentrarse en los peores vericuetos del alma humana, sin dejar a un lado los terrores que pueden surgir desde dentro de las relaciones sociales llamadas a ser las mejores. En este caso, la de madre e hija.
Muy tal vez al tenor del debate ochentero sobre la abusiva forma como ciertas madres clasemedieras gringas se apoderaban de por lo menos una de sus hijas (The Little White Donkey Incident, por ejemplo), pero llevando la relación a un extremo patológico, Aronofsky busca a un clásico de la psicología clínica: a la madre que quiere realizar sus sueños frustrados (Hershey) a través su hija (Portman), convertida así en un simple peón o instrumento de su voluntad. O, peor aun, en un brazo que mecanicamente debe obedecerla a distancia.
Los dialogos son geniales, las actuaciones de Portman (a quien le tomó 10 meses de entrenamiento antes de empezar a filmar) y de Hershey devoran a la película, así como es de valorar la de Cassel como un infatigable y grosero pero eficaz mentor de una de las artes escénicas más rudas y malagradecidas que existen: el ballet. Algo que Aronofsky expiota por medio de una vieja bailarina, vieja a los 30 años, representada con excelencia por Winona Ryder.
2 comments:
Me parece fascinante que Aronofsky haya hecho esta película luego de The Wrestler; hay paralelismos visuales y temáticos entre las dos películas. Es un genio, y Portman se consolida como una de las más grandes actrices que haya salido de los EEUU.
P.D. Tenés que ver Requiem for a Dream, también dirigida por él, si es que no la has visto.
Definitivamente es un genio el tipo! Y Natalie como dije se come la lica. Bo he visto Requiem for a Dream, por negligencia, pero la veré pronto. Gracias por el post.
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