La crítica de varios columnistas, Gustavo Berganza y Juan Carlos Lemus entre ellos, contra el montaje de Carmen, de Bizet, por Stefano Poda, me recordó a una película sueca, no tengo presente el nombre. En ella un director decide montar una obra de Mozart de manera heterodoxa. La gente se le viene encima acusándolo de manosear a un clásico, incluso en una escena jocosa una vieja lo ataca a sombrillazos después de escupirle a la cara. Me sucedió a mí algo similar con Titus dirigida por Julie Tymor: al ver algunas escenas con vestuarios anacrónicos y props modernos me pareció manoseada. Hube de tragarme mis prejucios una noche de insomnio. ¡Oh sorpresa! La transmitieron por Canal 3 y realmente, me encantó. Tanto como para verla por segunda vez (confieso, en otra noche de insomnio mientras a la vez jugaba Doom). No vi Carmen, lo hago constar, pero me parece exagerado el ladrido sólo porque la propuesta fuera alternativa y posmodernoide. En una cosa sí tienen razón los susobichos, y sólo en una, y es que sí es conveniente advertirle al público que no asistirá a un montaje de época, que habrá desnudos, bla, bla, bla y que, así como hizo Duchamp con La Mona Lisa, Poda le pone los bigotes de la irreverencia a Carmen. Last but not least, quisiera que ambos columnistas vieran algunas óperas, de Monteverdi por ejemplo, que tengo en versiones filmadas por ArtHaus de Alemania. Creo que aullarían en vez de ladrar.
La ópera se presentó con un excelente elenco internacional el viernes 13 y el sábado 14 de junio en el Teatro Nacional de Guatemala.
Imagen: Cortesía de Mosaico Cultural de Claro.
4 comments:
Seguro esa fue la molestia generalizada, el que se haya anunciado la presentación como la ópera Carmen y no como una versión "alternativa", y la gente esperaba otra cosa.
En nuestro país donde no tenemos oportunidad de ver obras clásicas, siempre es motivo de alegría el saber cuando hay una presentación de este nivel.
"Error", entre comillas, el no anunciar ni "advertir" como sería la obra. Sin embargo de ver esta presentación de Carmen a ir a ver los "guitecos y sus mil y vulgares aventuras", definitivamente me quedo con la primera.
Comparto tu punto de vista.
Saludos.
Una de mis operas preferidas es La Traviata de Verdi que se presentó en el festival de Salzburgo en el 2005.
Esta fué presentada en un escenario minimalista muy lejos de los clishes de la ópera del siglo IXX, parece increíble pero se disfruta mucho más sin todos los distractores de la escenografía y se puede apreciar la esencia y el sentido que el autor trató de darle a la ópera.
Esto depende mucho de la adaptación que se haga, no ví Carmen pero me dieron muy buenos comentarios en cuanto a la orquesta y al elenco, así que no entiendo cuales son las quejas que he venido leyendo también de todos esos pseudo conocedores del género.
En cuanto a hacer una advertencia puede ser absurdo ya que es un evento cultural y es lo mismo que advertir en un museo que habrán esculturas con desnudos-
La advertencia talvez debe ser indicando que la versión que se presentará no es la original sino una adaptación, para no ir esperando algo y ver algo distinto.
La presentación de Carmen en Guatemala me pareció muy buena.
Saludos
Eso decía Costa-Gavras, basta con advertir. Ciertas críticas las entiendo del público, pero es increíble cómo se cierran autores que por su trayectoria deberían tener un poco más de tolerancia. Gracias por sus visitas Pepe y Herbert.
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