Un pastor (name whitheld by request) me comentaba en el aeropuerto del DF mejicano, "Israel es un país como otros, con ateos, fanáticos, inteligentes y tontitos que hasta creen en la reencarnación pero no en Cristo, según ellos está todavía por venir. Él iba de paso precisamente a ese país. Agregó, "en Tel-Aviv abundan los ateos, algunos lo son porque dicen no entender la Shoa y así protestan contra su Padre". Hoy encuentro este anuncio a página completa en Prensa Libre, celebrando al aniversario de la fundación de ese estado. Para ello fue fundamental el voto de Guatemala, en Naciones Unidas, concedido a través del entonces embajador Skinner-Klee. Israel siempre lo ha reconocido. El anuncio, en cambio, celebra al país como sede del pueblo elegido, un concepto de fuerza veterotestamentaria y una afirmación (aparte de invitaciones pagadas a pastores para que lo visiten y se indoctrinen) de la falta de información típica del chapín.Imagen: Sector público.
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