"La gata se alejaba de allí y decidí seguirla. Por desgracia la perdí. En medio de la oscuridad podía percibir a gente caminando. Detuve a una, pero no podía hablar porque estaba muerta, era un zombi. Quise preguntarle a una anciana de pelo blanco, de esas señoras de más de 60 envueltas en un eterno chal, pero también estaba muerta. No sé si por miedo o desesperación, empecé a gritar con toda clase de insultos, como para denunciarlo, que allí sólo muertos había. La vieja, a pesar de mi alharaca, siguió su imperturbable marcha".
Este fragmento es de mi último cuento, Smashing Zombis, está en el blog de Cuatro Perros y una Más, aquí. Léanlo y me cuentan. Además, hay material nuevo de Claudia Navas Dangel (sus poemas Insensible, 911 y Legado, junto con sus narrativas, Payo y La nochebuena, todos excelentes). También, Sergio Espada escribió acerca de las palomas de catedral, no se lo pierdan.
Imagen: Gina Lollobrigida, Wikipedia.
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