En esta esquina, a dos de tres caídas sin límite de tiempo: La Santa Muerte versus el gobierno de México.
Según una nota de Prensa Libre del 30042009 el Gobierno de México, como una forma de combate al narcotráfico, se ha dedicado a destruir los altares o santuarios erigidos a la Santa Muerte, porque promueven el tráfico de drogas. Se podría interpretar tal reacción como una forma de rechazo o represión contra el surgimiento de nuevas clases sociales, en este caso, se supone surgidas del narco. Pero también es una señal de frustración y desesperanza, como cuando alguien lanza dardos a la foto de un enemigo invencible. En vez de convertirse en iconoclastas, las autoridades mexicanas deberían combatir a los narcos y no a sus símbolos. Además, vayan y pregunten a Jung, no sea que les salga el tiro por la culata: atacar símbolos fortalece a las creencias. Después del fin del Imperio Soviético, algunos de sus más queridos iconos fueron derribados, así lo hicieron los gringos con efigies de Saddam, en Iraq. Pero México lo hace antes de vencer al enemigo, en una suerte de acto mágico, de triste trabajo brujeril.
Imagen: A Capitol Blog.
2 comments:
Que buena observación, León. ¿Será que van a quemar los cd y dvd con narcocorridos?
Me pareció muy buen post, breve, interesante y sustancioso.
Si vos. Cuando uno no puede contra el enemigo, por lo menos das un golpe el cual aunque no sea fuerte, es mejor sea lo más visible y notiorio posible.
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