Wednesday, August 20, 2008
Felicitaciones doctor Wer
Cuando adolescente y adulto muy joven, que en mi caso era lo mismo, llegué a mantener 14 acuarios. Mi afición era por peces exóticos, raros, como los Symphysodon Sp., Astronotus ocellatus y entre los marinos a los Hippocampus Sp. Era, recuerdo, una tortura china mantenerlos, por la inversión de tiempo (y dinero). Desaparecían fines de semana enteros en tales tareas. Sin embargo, una de las especies que más disfruté fue sin duda un Gymnotus maculosus (Albert & Miller, 1995) que mi tío Luis me regaló, atrapado en Amatitlán. La tal anguila, así llamada por los nativos del lugar, es en realidad un pez cuchillo electrogénico: casi ciego se guía por medio de señales electromagnéticas que emite por medio de órganos especiales. Vivió más de 8 años en cautiverio. Comía lombrices de tierra, sobre todo. Era sensible a las vibraciones porque cuando le golpeaba una esquina del acuario salía de su escondite de piedras y acudía, siempre a la misma esquina, a esperar su lombricienta ración. Desde hace años, se me dijo, está extinto y así lo creí.
Hoy leo en Prensa Libre que el doctor Rolando Wer prepara y promueve la creación de un atlas ictiológico de Guatemala. La obra es fundamental por muchas razones, pero sobre todo para documentar la biodeversidad acuática del país, su impacto y estado actual, a manera también de inventario. Así sabremos qué debemos proteger, qué está en peligro de extinción y, en última instancia, con qué contamos. Al Gymnotus muchas personas, por ignorancia, lo matan porque lo confunden con serpiente. Además es comestible. Para mi es hermoso y valioso como parte del ecosistema y la gran noticia del doctor es que aún está vivo y se le encuentra, no sólo en el lago, sino en otras partes del sistema orográfico del país.
Hace mucho, por respeto al medio ambiente y convencido de que los medios especializados en acuarismo mentían descaradamente negando la depredación, para favorecer a los grandes traficantes de especies, dejé el acuarismo. Ahora considero, como afirman dos biólogos italianos en un libro sobre el tema, que los peces sobreviven cautivos, no gracias a nosotros, sino a pesar de nosotros. Por eso, un último plan para crear un acuario ecológico, como lo sugería Konrad Lorenz, se quedó en el tintero. En aquél tiempo citaba el ingeniero Armado Paz Díaz de Sandi a un tal Catálogo general de peces que yo conozco (ese sería el título de la obra), supuestamente compilado por un ictiólogo alemán que abarcaba 8 volúmenes para detallar a miles de especies (*). Nunca pude documentar su existencia pero tal vez el doctor Wer esté poniendo la primera piedra que realice aquella mítica obra. Felicitaciones por la iniciativa.
(*)A veces pienso que se trataba de la Grand Biologia Centralii Americana.
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3 comments:
Excelente labor de este hombre, yo no puedo catalogarme como ecologista, pero amo los peces y la vida marina. Espero con ansias que este Atlas llegue algún día a mis manos.
Igual estoy yo, esperando...
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