A estas alturas, en pleno siglo XXI, me parece abominable que a una mujer víctima de violación múltiple la condenen a dos años de cárcel y a recibir 200 latígazos en el nombre de Dios. No es necesario elaborar más, se trata de un caso en un país islámico, en Arabia Saudita. Las leyes son duras, es cierto, lex, dura est, decía Roma. Sin embargo, el caso tiene el agravante de haber sufrido un aumento de condena porque la víctima se "quejó" con la Prensa. Cierto, debemos respetar diferencias culturales, las cuales tienen sus razones históricas de ser. Cierto, somos occidentales y tendemos también a querernos creer portadores de La Verdad. Pero, si por respeto a esos derechos históricos fuera, tendríamos que aceptar que en India siguieran quemando vivas a las mujeres cuando se incineracen los restos de su difunto esposo. También, que los coreanos despellejen perros vivos para devorarlos, en un vano intento por recuperar una potencia sexual consumida por tanto cigarrillo que fuman. Y que lo japoneses sigan matando ballenas y delfines y que los chinos torturen a los osos para obtener bilis. Es injustificable la condena de los tribunales sauditas. Es injustificable que sigan con su ridículo eufemismo, "no hay que modernizar al Islam, hay que islamizar a la modernidad". Vade retro Satanas.
La noticia es español está aquí y en inglés acá.
No hay imagen, estoy de luto.
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