Con ella, "la reina del pin-up" y la "chica del cuerpo perfecto", se va toda una era. Su imagen fue como un sueño realizado para soldados, durante varias guerras, y para hombres de todo tipo quienes vieron por primera vez muchas de sus fantasías impresas en medios masivos. Valdría preguntarse cuántos no iniciaron su vida sexual estimulados por alguno de sus afiches. Pero, como sucede siempre, detrás de la modelo y actriz había una persona. "Eramos tan pobres", recordó Bettie en una entrevista, "que nos considerábamos dichosos si en la bota navideña aparecía una naranja". Eran tres hermanos y tres hermanas, víctimas todos de abuso por parte de su padre, quien, tras robar una patrulla para regresar a su pueblo, fue a dar a la cárcel. Por eso ella pasó un tiempo en un orfelinato. Al fin la alcanzó el éxito y se convirtió, como dicen los gringos, en un "household name", en especial por haber sido conejita del año de Playboy en 1955. De pronto, desapareció de la vida pública durante décadas, lapso en el cual batalló contra la esquizofrenia y se convirtió en una born again christian (incluso llegó a trabajar para el pastor Billy Graham), generando toda clase de especulaciones y teorías de conspiración. Su retorno a la escena pública fue triunfal aunque ya no permitía ser fotografiada, y con razón, porque es mejor recordarla ahora en su mejor momento, cuando enloqueció a muchos y escandalizó a otros (hasta fue perseguida por el FBI y un congresista pidió una investigación federal acerca de aquellas fotos). Sin embargo, muy en contra de la buena voluntad de todos esos mojigatos, Bettie Page sembró una semilla que ha germinado en la cultura popular en miles de retoños.
Imagen: Olivia De Berardinis, Extatique, nd.
1 comment:
Yo se quién se pondra triste, el Aceituno también es amante empedernido de esta mujer...
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