El expresidente de la república y confeso asesino de 4 hombres en México, señor Alfonso Portillo Cabrera, vuelve deportado, según declaración oficial mexicana, rodeado de aparato, con la bienvenida de plañideros gritones, casi seguro pagados por el FRG, y el espaldarazo de personajes de harta conocida trayectoria: Reyes López, exvice, y el general Ríos Montt. Luego de una breve exhibición en chachas, tal vez para inspirar lástima, y de una perentoria declaración ante juez, se va a su casa bajo fianza de GTQ 1 millón (debería decir un milloneque o un meloncito, como suelen hacerlo ciertos arribista para mostrar su desprecio del oro o su familiaridad con él). ¿A qué vendrá esta payasada montada por la llamada clase política? ¿De veras creerán que somos tan imbéciles como para tragarnos esta píldora dorada a punta de imposturas? Bienvenido Portillo, sólo te queda lavarte la cara invirtiendo los pocos pesos que decís que traés de México, para mayor gloria de la República de Guatemala, porque es de alta probabilidad, y no hay que ser Urbano Madel para predecirlo, que no vas a conocer ni el Preventivo de la Zona 18, ni el mero bote. Tampoco la vergüenza, la decencia ni el honor. Pero en la Guatemala de pleno siglo XXI eso ¿a quién le va a importar, o qué decís vos?
Imagen, archivo de elPeriódico.
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