"...periodista, editora de Revista Amiga y artista en reposo". Las palabras de Fernando resonaron un momento en mis oídos con un esplendor áureo y me recordaron una conversación sostenida alguna vez contigo. Fue cuando te dije, con ligereza en vez de inteligencia, "no quiero verte convertida en una pintora de bodegones o paisajitos". Después, mientras volvía a casa, sentado en el asiento posterior del auto, me puse a cavilar sobre el último de los tres títulos mencionados. Éstas son mis conclusiones.
Cualquiera que sepa ver unos dos centímetros dentro, más allá del imponente porte, de la cadencia felina de tu andar, de tu asombrosa belleza y de tu sonrisa franca, limpia, siempre presente, así como del carácter firme pero envuelto en chocolate y de la responsabilidad inclaudicable; verá, sin duda, a un ave de inmensas alas luchando por extenderlas, a la pintora, la dibujante, la crítica y la diseñadora: algunas de tus muchas facetas potenciales transmitidas a la superficie de tu piel.
Así te vi la noche de la presentación del libro de Luis Fernando. Era, sin duda, tu primera vez en esos menesteres y, sin embargo, la tuya fue una de las participaciones más coherentes y recordá, estabas en compañía de dos aquilatados autores nacionales.
Cuando un dique reprime el ímpetu de un torrente, éste cobra cada vez más fuerza hasta llegar a ser incontenible. Así sucederá contigo. El tiempo ya ha madurado esas alas, ya no caben dentro de esa jaula cuyos barrotes son pequeñas barreras, prejuicios, miedos. El día llegará, y lo espero pronto, cuando por fin la creatividad los doblegue para surgir como un geiser incontenible.
El místico greco-armenio G. I. Gurdjieff (1872-1949) preguntaba a sus alumnos, "¿qué enseño?", y respondía, "enseño a la gente a escucharse a sí misma". Tú ya te has escuchado, has sabido dirigir tus oídos hacia dentro. Un amigo común me decía, "nuestra amiga ‘A’ jamás cruzará la frontera que divide a una cosmovisión normal de una extendida. ‘B’ (tú) ya vio pero no ha dado el primer paso y ‘C’, en cambio, vio, caminó y ya está de vuelta".
Un día comentaste, acerca de un texto mío, "hay que vivir para escribir". Nunca he vivido para tal quehacer, solo consigno las experiencias dejadas por el largo, sinuoso y un tanto cansado camino, sin discusión, elegido por mí. Pero te llevo unos 20 años de ventaja y empecé tarde, como sentenció una amiga alguna vez.
Entonces, para ti es temprano. Sólo extendé esas alas, poco a poco, y aprendé a volar. Hacer arte no implica transgredir, ofender, ni ser bizarro. Sólo ser tú misma y seguirte escuchando. Cuando llegue el momento estarás más allá del bien y el mal, de tus propias limitaciones y de tus más extremas fantasías. Pero debés dar el primer paso y deberías darlo hoy. Así iniciarás la proverbial marcha china de las diez mil leguas.
Te esperamos de este lado de la frontera.
Foto: Fragmento de "She" (inspirado en el personaje creado por H. Ridder Haggard), 2004.
2 comments:
Estamos más allá del bien y el mal, y gracias a Dios nos topamos con milagros hechos mujer como Alejandra. Dios bendiga al arte en situaciones de emergencia. Vos y yo sabemos el poder que tiene, devastador and what not. El día le llegará a la artista durmiente, y no podrá sino abrazar la niebla, sentirse dichosa con un lenguaje propio.
Buenas palabras de invitación. Creo que de colada hasta yo me ánimo a ir, ja!
Muy buenas letras, es una lástima no haberlas encontrado antes.
Nos estamos viendo entonces. Salud!
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