Foto: Paul Devaux, 2012. |
Rosario, integrante de la Orquesta Sinfónica
Nacional -OSN- y del Cuarteto Asturias, es joven pero su técnica ya refinada le permite interpretar un
amplio repertorio que va desde clásico a moderno y popular, como temas de
películas por ejemplo (le gusta el tema de Piratas del Caribe). Eso denota que está lejos del estereotipo de
una instrumentista académica. Sí lo es,
pero conjugada con una chica chapina, de gustos modernos y amplio espectro de
intereses. Por eso su charla resulta
interesante y versátil que como su estilo interpretativo tiene toques
intuitivos y desenvueltos.
¿Estuviste en Brasil?
Del 20 de enero al 5 de febrero del año
pasado (2011) estuve en Brasil. Audicioné y fui
seleccionada para integrar una orquesta de músicos jóvenes. Como parte de la actividad, realizamos una
gira regional en América del Sur.
¿Tuviste algún escollo?
No, pero sí un tropiezo porque una
exportadora que me patrocinaría me quedó terriblemente mal a última hora. Dos días antes me notificaron que ya no
seguirían con el patrocinio. Así que
moví cielo y tierra hasta conseguir los casi USD $2,000 para cubrir el costo
del pasaje. ¡Mucho dinero!
¿Y cómo fue la experiencia allá?
Fue extraordinaria: los maestros era de nivel
muy superior. Por ejemplo, entre ellos
estaba el concertino de la Filarmónica de Berlín, Simone Bernardini, que es muy
bueno: nos dio clases y participamos con él en conciertos. Es una forma de trabajar muy diferente a la
que estamos acostumbrados, ya que estábamos en un grupo muy grande en donde
todos dependíamos de todos.
¿En cuáles grupos estuviste?
Había diferentes niveles. Me tocó con el de profesionales dos veces, lo
cual me permitió tocar con los maestros que nos daban clases. Fue una
experiencia absolutamente increíble porque estaba rodeada de personas famosas.
¿Cuántos llegaron en total?
Fuimos 350 músicos de toda América Latina y
como 30 profesores. La audición a nivel
hemisférico fue como de 600 aplicaciones.
Aquí en Guatemala audicionamos cinco.
De Centroamérica llegamos Guatemala, Honduras y Costa Rica. Además se debe tomar en cuenta que los gastos
son fuertes, porque uno paga transporte interno, pasajes de avión y
alimentación.
¿Qué te dejó la experiencia?
Para mí fue muy importante, te diré por qué
como música el simple hecho de estar con maestros de la talla de Simone
Bernardini es algo que, normalmente, consideraría imposible. Sin estos festivales tendría que costearme un
viaje a Italia o a otros países, solo para escucharlo. En cambio, de este modo, tuve la oportunidad
de compartir como miembro de una orquesta y a nivel personal, porque también se
impartieron clases individuales. Aparte
de que te apoyan, te consiguen becas y te vuelven a invitar a más festivales.
Ví una foto tuya con Claudio Abbado…
Sí, pero eso fue en otro viaje, a Venezuela,
a donde fui con el clarinetista Bershue Reyes.
Tocamos la Quinta Sinfonía de Malher y una obra de Debussy. También fuimos 350 músicos en esa ocasión.
¿Ese fue tu segundo viaje fuera de Guatemala?
No, Es
como el doceavo, por ahí, ¡en realidad he viajado bastante!
¿A dónde has ido?
A toda Centroamérica, siempre tocando, a
Puerto Rico, Venezuela, Uruguay, México y a Brasil.
¿Cuál fue el detonante que te llevó a la
música?
Creo que mi papá y mi hermano. Mi padre es músico, canta y toca piano, y mi
hermano, corno francés, ya llevaba cierto tiempo estudiando música.
¿Cuáles han sido tus estudios?
Cerré una licenciatura en música con
especialización en violín en la Galileo y tengo un posgrado en música de cámara
en la misma Universidad. Ya llevo más
del 50 por ciento en otra licenciatura en música en la Del Valle.
A futuro, ¿cuáles planes tienes?
Espero continuar mis estudios en otros
países. Estoy aplicando en Argentina
para completar ya sea un profesorado o un posgrado.
¿Te gusta el clásico?
Sí, pero he experimentado con todos. Hay muchos intérpretes que son sólo clásicos,
pero yo prefiero se más versátil. En el
clásico el periodo romántico es el que más me gusta.
Por ahí me chismeaba un tu viejo profesor que
también te gusta el Metal…
¿El rock y todo eso? Sí, me fascina (ríe con ganas): ¡tengo que
admitirlo! Incluso he trabajado mucho
con Alux [Naual], con Viernes Verde, con Carlos Ribera, estuve de gira con él,
he grabado para Napoleón Reboleto. He
tocado de todo, incluso mariachi, que es bien difícil he de decir. Estuve con los Toby y una vez con el Buky.
¿Aparte de violín, tocas algún otro
instrumento?
Piano y marimba, pero me falta aprender
mucho.
¿Desde cuándo estás con la OSN?
Este es mi octavo año con la Orquesta. Seis años estuve por contrato y desde el
pasado tengo plaza permanente. Además estuve
el Consejo Consultivo y fui la Coordinadora de Relaciones Públicas.