Thursday, March 04, 2010

El Pop Wuj de don Adrián Inés Chávez

El profesor número 555, como se describía a sí mismo, Adrián Inés Chávez (1904-1987), fue un erudito k'iche' de altos quilates cuya obra cumbre tal vez sea su traducción al castellano del Popol-Vuh, a la cual él, luego de una elaborada investigación que le tomó cerca de 50 años, llamó Pop-Wuj, libro del tiempo, poema mito-histórico kíchè, que fuera prologado por Carlos Guzmán Böckler. Esta obra se encuentra traducida a su vez al inglés y al francés (Gallimard). Abundan las notas bibliográficas y las referencias a ella en la Red.

Ayer, con un pánel compuesto por la doctora Guadalupe Rivera, hija del pintor Diego Rivera y presidenta de su fundación; Virginia García Acosta, directora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social, de Méjico; el antropólogo Ricardo Lima y Carlos Guzmán Böckler, se presentó la más reciente edición de la obra de don Adrián, ilustrada con las acuarelas que Diego Rivera creó inspirado en la mitología k'iche' (por cierto, uno de sus libros de cabecera, junto con la obra de Karl Marx).

El libro es un deleite de bibliófilo, con texto k'iche', traducción castellana e ilustraciones de Rivera, cuyas imágenes, estiman algunos críticos de arte, tal vez se inspiraran en las del Códice Trocortesiano, ahora en Madrid. Está a la venta en la librería del Fondo de Cultura Económica, en Guatemala. Cómprenla y atesorenla ya que son pocas las ediciones artísticas del Pop-wuj. Otra es la que editara, con el texto original y la (deficiente y obsoleta) traducción de Francisco Ximénez, más ilustraciones de artistas de la talla de Roberto Cabrera y otros del Grupo Vétebra, Augustín Estrada Monroy allá por el año 1973.


Pero en la obra de don Adrián se unen los dos mundos: su propuesta que es algo así como una traducción realizada desde dentro, puesto que él era primero k'iche' hablante. Por tanto, su cosmovisión fue más cercana a la del libro, lo que no ha sucedido de nuevo, sino hasta ahora, con la más reciente que hiciera Sam Colop (citado en el sitio que la Universidad Francisco Marroquín dedica al tema, mientras ignora a la que me he referido en esta nota).
Imágenes: Tomadas de Cydtemuseum.

8 comments:

Ingrid Reyes (Chapolita) said...

Me gustaría mucho tener este libro Leon. En verdad es todo un tesoro para los guatemaltecos, gracias por compartir su existencia. Por cierto, siempre que escucho "Adrián Inés Chávez", me recuerdo de mi hogar, en la Primero de Julio, ahí una escuela lleva su nombre :)

Erin Deleon-Ahumada said...

Llegué a su blog por recomendación de Gustavo Ponce. Si usted tiene un ejemplar del Pop Wuj, ¿podría decirme por favor cuál es el número de ISBN? Ya lo busqué por título y autor pero no lo encuentro. Gracias anticipadas y gracias también por tan interesante nota.

klavaza said...

Chapolita: Lo tendrás, tené paciencia! Es un libro para estudiarlo, no para leerlo y por eso no es como de comprar y leer y después olvidar. Te va a encantar! Y tú sí le vas a sacar el jugo!

klavaza said...

Erin:
El ISBN es 978-968-496-660-4, acá en Guatemala lo vende el Fondo de Cultura Económica, tal vez allá en USA el FCE de San Diego, CA. se lo pueda conseguir. Gracias por la visita!

Lucess said...

Gracias, por sus aportes tan valiosos acerca de este maravillosos texto.
A pesar de ser colombiana amo profundamente esta cosmogonía Maya- Quiche.
El pop wuj es como la Biblia para mí, tenía el libro y lo presté y nunca más volvió. Me hace mucha falta , pues suelo trabajarlo con mis estudiantes en la Literatura Prehispanica o Amerindia.
De nuevo mil Gracias.
Lic. Luz Stella Ocampo.
Pereira, Colombia

klavaza said...

Estimada Luz: Gracias por escribir y por su comentario e interés en el Pop-Wuj. Quién es el traductor del texto que tenía?

Anonymous said...

El Derecho de Autor es propiedad privada, es una verguenza esta publicacion sin autorizacion de los herederos de Adrian Ines Chavez. Respeten las leyes y la moral.

klavaza said...

Lamento el comentario Anonymous. Dado que el editor es el Fondo de Cultura Económica a él deben acudir los hijos de Don Adrián, si hubiese alguna controversia.