Según parece a Marina Geigert le entusiasma mucho el Vetiver de Sables, de Montale. Su crítica de esta fragancia me encantó, por subjetiva y extrema (desde que surgió The Absolute Sound, en la década de los años 80, quedó demostrado que las apreciaciones subjetivas son la mejores, de todos modos):
"Este demonio primigenio es una criatura más sutil que el Route de Vetiver, pero en su delicado, dulce modo, es igual de implacable y peligroso. Es un encantador. Adoro sus primeras notas de tono medicinal, de cianuro, de hecho venenosas; a sus dulces y exóticas especias, a sus cítiricos dulzones, a su cálida y oscura madera... Vendería mi alma por una botella de Vetiver de Sables".
Lo malo, es que me dejó desesperado buscando esta fragancia. Peor, la he visto en algunos viajes y ni coco le había puesto (¡ah!, la ignorancia sale cara).
Imagen: Four Seasons Products.
No comments:
Post a Comment