No te enseñaron en tu casa, muñeca, que hay cosas con las que no se juegan, no se levantan chayes con la mano, con esto no se juega. No se juega con el fuego enrojecido del pecho cuando ya tiene tatuado tu nombre (vieras como se hacen carne tus letras Yakelin). Yo intuía tu perfume, sabía en mi temblor que estabas ahí, casi constante, más acá de la muerte; y no se juega con el revolver que se gira al azar en la coraza, ni con la voz del que se arremangó la historia para decirte cosas lindas al oído, cosas de verdad te dijo este varón, Yakelin, porque no le importaba tu espalda ancha y ajena, ni el helicoidal recuerdo que se te desenroscaba a veces, ya no eres la princesa del camino iluminado de este barrio, pues con lo que va dentro no se juega, y a este río ya se le escuchaban las piedras, no debiste Yakelin, yo te lo advertí.Volver al índice de TRANS 2.0
Imagen:Flickr.
5 comments:
"ya no eres la princesa del camino iluminado de este barrio..."
Qué poder...¡puchis!
Chilero vos, me llega. Pura chiche!!! Linda prosa.
Te tengo algo abandonado verdad vos. Pero aqui estoy de nuez.
Un abrazo.
De acuerdo con Duff Mann, que frase tan poderosa y profunda.
Si Yakelin lee esto tendrá que decir, como aquella gallina a la que le pasó la aplanadora encima, ¡puta, qué gallo (¿o león?) más pesado!
El asunto llega al corazón, reaviva cicatrices largamente olvidadas, nos hace recordar que la felicidad es efímera.
Gracias por ese pequeño dolor que me hace apreciar más y más la felicidad que a veces tengo al alcance de la mano... y no la veo...
Ante la imagen con la que acompañas el texto no me resisto a compartir este link:
http://www.bmezine.com/
quien sabe, talvez encontres inspiración en alguno de los rincones del sitio lol
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