Friday, February 27, 2009

La Escafandra y la Mariposa

Hace algunos años un amigo y yo hicimos un pacto, no de sangre, sino de cuates: si uno de los dos quedase incapacitado para hacerlo por sí mismo, y si lo pudiese pedir, habría que acabar con su tormento. Hace años, también, comenté el libro de Jean-Dominique Bauby, una reveladora crónica de un hombre encerrado en sí mismo. De ahí, su cuerpo es la escafandra, y su mente es la mariposa.

En plena cuarta década de su vida, como exitoso editor de la revista Elle, Bauby disfrutaba como un bon vivant: lo mejor en todo sentido, desde la relación con su padre (Max von Sydow), hasta a la mejores modelos. Por desgracia, un terrible ataque cerebrovascular terminó con todo, pero no con él. La película, dirigida por Julian Schnabel (Before Night Falls, Basquiat) alcanza una narrativa rica en imágenes líricas, con toques surrealistas, pero de realismo grotesco, para describir con despiadada precisión de cirujano la situación de aquella víctima hundida en sí misma.

A diferencia del protagonista de Mar Adentro, Bauby no podía mover más que los ojos y los párpados, al principio, porque pronto una condición ocular obliga a los médicos a coserle uno de ellos. Vemos como, con infinita paciencia, su cuidadora (Marina Hands) se encarga, no de darle esperanzas vanas, sino de ayudarlo para que se comunique con el mundo exterior. Y así, aprovechando la oferta que tenía por parte de un editor, escribió el libro, origen de la película.

Schnabel tiene la singular habilidad de hacerlo a uno, no testigo, sino partícipe de la lica, y además, de conmover hasta los cimientos más duros. Sin duda, la actuación de Mathiu Amalric, en el papel principal, potencia la propuesta con una firmeza inclaudicable. No es posible, creo, dejar de sufrir, pero tampoco, de preguntarse hasta cuánto hubiese uno aguantado. Roger Ebert dice que ese destello de conciencia, aunque haya perdido preciados accesorios como la motilidad o el habla, es suficiente motivo para seguir adelante. Y Bauby lo demostró, y Schnabel lo presenta de ese modo.

Ahora que en Estados Unidos fueron detenidos 5 miembros de la organización, ONG diríase, Final Exit, dedicada a facilitar el suicidio de pacientes terminales, cabe preguntarse de nuevo si la eutanasia debiese permitirse. Según el libro y la película Bauby jamás lo consideró una opción, una vez más en contraste con Ramón Sampedro, de Mar Adentro, quien comparado con el francés, estaba más que en mejores condiciones.

Mientras veía la lica, por más que intenté evitarlo, no pude dejar de recordar a Johnny Got His Gun (1971, de Dalton Trumbo, inspirada en su propia novela) y de la cual, Rowan Joseph hizo un remake en 2008. Johnny estaba aún peor que Bauby. Pero la obra de Trumbo es ficción, en tanto la de Bauby es un diario, un blog, de un momento terrible, de un túnel sin salida, pero iluminado por un destello esperanzador.

A pesar de eso, por lo menos de mi parte, aquél pacto aún sigue vigente.
Imagen: Celebrity Wonder.

6 comments:

Nancy said...

Yo creo, mi querido León, que uno tiene derecho a decidir sobre su propia vida. Tengo un pacto similar con un amigo y espero que él lo tenga presente si es que a mí me ocurre algo.
Apapachos

Ingrid Reyes (Chapolita) said...

Amigos nunca había pensado en esa posibilidad. No sé si me atrevería a pedir la eutanasia. En fin...ahora me vas a tener que prestar la lica León...en especial porque pasa en las películas y pasa en la vida real.

Carolina Vásquez Araya said...

Me parece un pacto inteligente, aunque a veces dan deseos de saltarse los pactos e ir directo al resultado.... ya sabes.

klavaza said...

Nancy: Opino contigo, pero el tema es tan controversial que para algunos aún es tabú.

Chapolita: La lica es tuya, cuando la querrás. El caso de Bauby demuestra el lado de quienes escogen seguir.

El Quinto: Gracias por la visita. Siempre he temido llegar a ese final, antes de tiempo, pero creo que el orgullo y la insana curiosidad, esa que hizo pedir a Buñuel volver después de la muerte una vez al año para leer el periódico, me han mantenido aquí hasta ahora.

Duffboy said...

Impresionante película: la elegancia de la fotografía y de la música, contrastan con esa prisión en la que vive Bauby. Precisamente también pensé en Johnny got his Gun mientras la veía (yo no vi la peli en si, sólo los fragmentos que utilizó Metallica para el video de One), es admirable la resistencia de Jean Dominique, y el don de ángeles de la gente a su alrededor.

La Chachi said...

Son decisiones demasiado fuertes y pesadas. Lo mismo se dice cuando alguien aborta un bebe, nunca se sabe si ese bebe iba a convertirse en un Edison o Einstein.

Yo soy pro-vida, pero nadie sabe como se puede reaccionar en situaciones extremas. Todos tenemos de angel y de demonio, por decirlo asi.

Un abrazote.