"¡La dueña es una mujer culona, gorda, vulgar! Se llama Fulanita Menganita, sin más apellidos, y me supongo que su madre fue otra Fulanita Menganita, sin más apellidos. Y que su abuela, bisabuela y tatarabuela fueron fulanitas menganitas sin más apellidos. ¡Mire!, es una puta, como puta debe haber sido su madre, como puta debe haber sido su abuela, como puta debe haber sido su bisabuela. Y tiene una hija, ¡que no tardará mucho en ser puta también!, como putas serán, a su vez, su nieta, bisnieta y tataranieta. Como en el caso de Abraham su descendencia [será tan numerosa] como las estrellas: de esa pútrida pusa saldrán miriadas de putas que vendrán al mundo para chingar a la gente.
Un librero describe así a su vecina de local comercial, dueña de un bar metalero en donde la música se escucha a toda estridencia, para deleite de los clientes y destrucción de la paz y los oídos de mi entrevistado, quien ha soportado tal ruido durante más de un año, todos los días.
Grabado: El Gran Macho Cabrío Negro de Mendés, según Eliphas Levi, en su Dogma y Ritual de la Alta Magia (1855).
2 comments:
Tengo la impresión de que el librero no está muy contento con su vecina =) Lo que es de admirar o compadecer es la cantidad de energía invertida por él en describir la genealogía del mal, la fuente de sus penas. Buen texto, men!
entre la risa y la pena,
creo que por momento es asombrosa su creatividad pero tan macabros sus fines,
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