Friday, December 16, 2005

Nostalgia

Esta fue la primera máquina que usé para programar, un S/23 ó Datamaster de IBM, propiedad de Lilian Tejada quien la había arrendado a Gillete de Guatemala. Basada en un Intel 8085 (Computer Museum dixit), con un BASIC optimizado, que estaba infestado por PEEKs y POKEs. Hoy sería un recurso menos que risible en cualquier oficina, tal vez tolerable en un museo especializado en dead ends de IBM, pero entonces era aceptable para empresas que deseaban empezar a informatizarse.

Utilizaba
EBCDIC (Extended Binary Coded Decimal Interchange Code). El lenguaje no tenia WEND y si uno quería podía utilizar el GOTO con grotesca profusión, al estilo espagueti, porque no estaba estructurado (si no lo creen pregunten al actuario Roberto Linde, hoy de Basic Resources, uno de sus programas empezaba con GOTO 2025 y en esa instrucción indicaba GOTO 20). Los diskettes medían 8 pulgadas por lado, uno servía para almacenar programas y el otro para datos, no tenía disco duro. Hubo uno después, de meros 10 megas de capacidad pero, cuando se preguntaba en IBM, los vendedores se limitaban a reprengutar, "¿para qué querés tanta capacidad de almacenamiento?" y se corría el riesgo de que Gerencia General recibiera una llamada del gigante informático, para investigar por qué el jefe de Centro de Cómputo (así se llamaba el CIO entonces) necesitaba tantos recursos en esa máquina.

Lo mismo sucedía si se solicitaba más memoria que los 32K (¿ó 16K?) de RAM estándar. Si no recuerdo mal cuatro diskettes, el máximo total a direccionar, no excedían los 4.4 megas de capacidad, pero los de programas tenían menor almacenamiento que los de datos. José Antonio Chajón, CEO de
Viacomp, fuente inagotable de información sobre sistemas de IBM, recuerda, en cambio, que cada uno no excedía, ya formateado, los 720Kb o los 640Kb, porque eran de baja densidad. Así que dejaré abierta la cuestión por el momento.

Lo más terrible que podía pasar era que a las 3:00 horas el nefasto sistema operativo enviara el temible mensaje: Error 25 2000, porque anunciaba un vuelco de datos, DUMP, y se perdía lo que se hubiera trabajado hasta ese momento. Había que empezar de nuevo. El proceso de explosión de materiales, o Forecast, tomaba casi 8 horas para completarse, con una base de datos modesta para los estándares actuales. Recuerdo que en un momento dado del proceso, los movimientos de las agujas lectoras y grabadoras hacían un ruido armónico, que daría cualquier cosa por volver a escuchar y grabar, porque sería excelente inspiración para componer música concreta o para una Dj como Paulina Cewe.

Nunca llevé la cuenta de cuántos cigarrillos 555, Belmont, Dunhill, Marlboro, Payasos, Stuyvesant o True me fumé esperando el fin de los procesos. Ni de cuántas tazas de café, revistas Club, Omni, Oui, Psychology Today, Playboy, Time, manuales de juegos de entonces (para máquinas monederas, por supuesto) y de hardware de IBM o de otras marcas, o, para qué mentir, y de ciertas novelas rosa, mientras escuchaba las canciones de Boy George, Cindy Lauper, Devo, Dire Straits, ZZ Top y la horrenda, pero recordada hasta las visceras, We built this city, de Starship, con la cual torturaba los oídos de Erick Ortega.

Volviéndo a la máquina, para acceder al OS se presionaban dos teclas y la pantalla se dividía por medio de una simple línea de asteriscos (el único adorno de los pantallazos en esa época, por demás está decirlo), para teclear comandos o mandatos, al mejor estilo del S/34, del cual el S/23 era un periférico, si se quería. El CRT era verde fosforescente y el cursor, invento de IBM por cierto, era lentísimo, aún para los estándares de entonces. Por medio de programación los campos podían ser subrayados, normales, inversos, intensos o blinking fields (centelleantes), o una combinacion de todos.

¡Ah, los viejos tiempos!, pero ahora debo volver a la realidad. Para eso, como explicaba uno de los ocho tomos del manual de la máquina, para salir del programa y de estas memorias insulsas, invoco SYSTEM.

Foto: Anuncio o folleto del S/23 de IBM, hacia 1981, cortesía de Big Blue.

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