Foto: klavaza, 2009.
Domingo: Tarde lluviosa y sin pisto,
la cámara sobre la cama
las gatas sobre la mesa duermen cómplices de Borges
Tu recuerdo se acerca como un murmullo
Ahora se transforma
se transforma en un caballo desbocado
desencadenado, descarado, tras años de encierro
Me alcanza, me embiste con fuerza
Hasta la brutalidad
Hasta el llanto, el arrepentimiento y la desesperación
Pero las gatas, sobre la mesa, siguen cómplices de Borges.
Hasta el llanto, el arrepentimiento y la desesperación